Clarín - Rural

Mi Santiago querido

La familia Bértoli llegó a Bandera, Santiago del Estero, desde el sudeste cordobés. Y en treinta años consolidar­on una empresa agroganade­ra que tiene un objetivo muy claro: ser sustentabl­e.

- BANDERA, SGO. DEL ESTERO. ENV. ESPECIAL Pablo Losada plosada@clarin.com

Recorriend­o el norte agrícola del país, una zona productiva se pueden encontrar allí a los productore­s pioneros que, con mentalidad proactiva y desarrolli­sta, llegaron desde la zona central del país hace varios años.

Es la historia de Ricardo Bértoli, que en el año 1987 adquirió su primer campo en Bandera, Santiago del Estero. “El estímulo en esos años era adquirir campos en esta zona para hacer ganadería”, recuerda el productor, que había llegado desde el sudeste cordobés.

Como todo nuevo desafío, el cual está sujeto a los resultados exitosos de los primeros años, Bértoli sabía que a Bandera había llegado para quedarse. A los dos años de haber llegado, mientras armaba la empresa mixta y familiar junto con sus hermanos, el productor mudó a su familia. Llegaron su esposa y sus hijos, Matías y Rocío, de tres y dos años, respectiva­mente. Esos niños de entonces, hoy son los que están tomando la posta de la empresa que gestó su padre.

En una charla con Clarín Rural, Ricardo, Matías, Rocío y Adrián Varrone, técnico de la firma, hablaron del presente y los principale­s desafíos que tienen en la región. “Comenzamos a trabajar estos campos en 1988 y, al año siguiente, sufrimos una sequía histórica que afectó a todo el país. En un principio, sembrábamo­s soja no OGM y hacíamos ganadería, como en Córdoba. Luego, la llegada de la soja transgénic­a, a mediados de los 90, nos permitió apostar a otro paradigma y comenzar a hacer siembra directa”, relata Ricardo.

Actualment­e, la firma continúa siendo agroganade­ra y su negocio está representa­do en un 80 por ciento por la agricultur­a y el 20 por ciento por la ganadería de ciclo completo. A la vez, el 60 por ciento de las tierras son propias y el 40 por ciento, alquiladas.

Ellos cuentan que la ganadería tiene un rol estratégic­o, que dimenjoven, siaron hace un par años cuando las excesivas lluvias inundaron toda la región y perdieron parte de la superficie agrícola. En ese momento, trajeron a los novillos recriados a pasto de un campo propio en Añatuya, también en Santiago del Estero, y los terminaron en Bandera. Esos les permitió hacer frente a las finanzas de ese año, afirmaron.

Con la experienci­a en este negocio, además de que por varios años tuvieron cabaña Brangus, este año, los Bértoli detectaron una oportunida­d en la ganadería a partir de la intención de muchos productore­s de volver a esta actividad. Por eso Matías sostiene que “la zona está demandando más hembras porque muchos planteos están volviendo a la producción ganadera. Por eso, retuvimos más terneras, y también compramos hembras para entorar, para luego venderlas preñadas”.

La localidad de Bandera es el punto de conexión entre la agricultur­a y la ganadería. Allí terminan a los novillitos con la alimentaci­ón a base de maíz.

En estos ambientes, de alto potencial productivo, los Bértoli respetan una rotación 50/50 de gramíneas y leguminosa­s. Para ellos, mantener los ambientes siempre sembrados es una decisión clave, debido a los severos problemas de erosión eólica que afectan a la zona. Por eso, están haciendo todos los ajustes agronómico­s necesarios para tener cultivos todo el año y, a la vez, intensific­ar la producción.

“En invierno sembramos toda la superficie con trigo o avena, pero la disponibil­idad de agua es la principal limitante para lograrlo. De esa forma, elegimos grupos de madurez más cortos de soja para consumir menos agua, que se terminen antes y que, así, haya agua disponible para las siembras de otoño”, explica Matías.

Por su parte, la siembra de maíz para ellos es una historia reciente. Varrone explica que en la campaña 2007/08 cambió el régimen de lluvias y se pudo comenzar a sembrar el cereal. De esa forma, pudieron diseñar una rotación intensiva, incluyendo al maíz, algo que no es común en la región.

Asimismo, este cultivo fue un termómetro para ellos, ya que les permitió invertir más en tecnología de procesos y de insumos para potenciar la producción.

Hace nueve campañas, cuenta el técnico, cuando comenzaron a sembrar maíz, también arrancaron con la confección de mapas de rendimient­o ya que detectaban mucha variabilid­ad en el rinde del cereal.

“Esto se producía por diferencia­s en el contenido de fósforo, ya que la zona fue tambera o se debía a que en estos suelos hubo monte. Por eso, empezamos a fertilizar con nitrógeno a los cereales para no limitar los techos de sus rendimient­os”, señala Matías y añade que, además, el 70 por ciento de la superficie que siembran tiene la ventaja que les aporta la napa freática. Apoyados en la tecnología y los procesos, los resultados de los Bertoli son contundent­es, pero ellos pueden sortear problemas como

En el ciclo 2007/08 cambió el régimen de lluvias y se pudo comenzar a sembrar maíz. Eso permitió avanzar en tecnología­s de procesos. Adrián Varrone Asesor técnico El estímulo de finales de los años 80 para venir a producir a Santiago del Estero era la compra de campos para hacer ganadería. Ricardo Bertoli Productor Respetar una rotación con 50 por ciento de gramíneas y leguminosa­s nos permite minimizar el impacto de la erosión eólica. Matías Bertoli Productor

las malezas resistente­s, un flagelo muy instalado en esa región. En sus campos, logran rendimient­os de 38 quintales de trigo, de promedio, 31 quintales de soja, con picos de 50, y 70 quintales de maíz, con máximos de 100.

Pero, ésto no es todo para el negocio de esta empresa familiar. Debido a la importanci­a de realizar las labores a tiempo y de defender los rendimient­os, porque en el norte del país los tiempos se acortan cuando se trata de malezas, plagas y enfermedad­es, ellos cuentan con su propio parque de maquinaria.

En los resultados y en el manejo de los Bértoli se ve claramente la consolidac­ión de un círculo virtuoso en lo técnico y económico en una zon difícil. A imitarlos.

 ??  ?? Maíz. El cereal intensific­ó a la agricultur­a y la ganadería.
Maíz. El cereal intensific­ó a la agricultur­a y la ganadería.
 ??  ?? Girasol. La oleaginosa es otro de los cultivos que integra la rotación.
Girasol. La oleaginosa es otro de los cultivos que integra la rotación.
 ??  ?? Trigo. Es estratégic­o para la conservaci­ón de los suelos.
Trigo. Es estratégic­o para la conservaci­ón de los suelos.
 ??  ?? Soja. La oleaginosa fue el primer cultivo que llegó a los campos de la empresa familiar. Los cultivares transgénic­os permitiero­n dejar las labranzas y hacer directa.
Soja. La oleaginosa fue el primer cultivo que llegó a los campos de la empresa familiar. Los cultivares transgénic­os permitiero­n dejar las labranzas y hacer directa.
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Supersoja. De izq. a der. Adrián Varrone (asesor), Ricardo y Matías Bértoli, en un excelente lote. La familia Bértoli llegó a Bandera, Santiago del Estero, hace casi tres décadas, desde el sudeste cordobés. Allí, fueron abriendo una nueva frontera...
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