La Ley de Semillas, con más propuestas
Dos reconocidas organizaciones explicaron los puntos más relevenates a modificar.
La semilla está en el centro de la escena por estos días. Es que se está debatiendo sobre la modificación de la ley vigente Nº20.247 promulgada en 1973. Y durante esta semana hubo nove dades. En primer lugar, representantes de la Asociación Semilleros Argentinos (ASA) presentaron su propuesta ante Cámara de Diputados. Entre los puntos más relevantes del proyecto se destaca que la propiedad intelectual deberá ser abonada en la compra de la semilla fiscalizada y que se permite el uso propio oneroso, sin autorización del obtentor, durante toda la vigencia de los derechos de propiedad de cada variedad.
Esta propuesta de la industria semillera, se basa en el anteproyecto de ley que fuera consensuado en el año 2012 en el marco del INASE con la participación de 24 instituciones públicas y privadas y amplia representación de la cadena agrícola argentina y de los entes regulatorios públicos. “Presentamos este proyecto porque lo consideramos superador de la actual ley” destaco Alfredo Paseyro, gerente general de ASA.
Por otra parte, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), dio a conocer una alternativa novedosa en relación a las discusiones de propiedad intelectual y marco regulatorio de semillas. “Esta propuesta intenta ir por fuera de la caja”, afirman.
El primer ítem se refiere a que se haga un pago único, anual y por bolsa. Como un Netflix de semillas, osea, sin importar qué semilla se utilice, al igual que la plataforma de películas y series en la que podés ver cualquiera con el pago de una misma tarifa”. Ese pago va a un fondo y los semilleros cobran de acuerdo a su participación en el mercado a cuán nueva sea la semilla (por las semillas más nuevas se cobra más que por las más viejas).
Además, FADA destacó que la semilla podría pagarse en porcentajes, paulatinamente, hasta llegar al total, para otorgar un tiempo de adaptación. Y por último, exceptuando en el total al 5% de los productores más chicos y de ahí un porcentaje gradual hasta llegar al 15%.