Una visión productiva integral

En la visión agroindustrial, no todo es maíz. “Somos fuertes compradores de harina, y también de trigo, que mandamos a hacer fazón en distintos molinos”, explica Modesto Magadan. “En los últimos años, el trigo ha sufrido mucho y conseguir partidas de calidad era imposible. Ahora cambiaron las reglas, el productor está renovando el interés en conseguir rinde y calidad, a través de variedades, fertilización, control de enfermedades. Eso es bueno para todos”. También producen 15.000 toneladas de azúcar en el ingenio La Providencia, en Tucumán, todo para uso interno del grupo. “Pero también generamos 11 MWh de energía eléctrica para la red, a partir del residuo de la caña de azúcar, el bagazo”. En Arroyito cuentan con una central de 25MWh, en este caso a partir de gas. “Biomasa y biogás son temas interesantes para trabajar”, afirma. En la charla, desfilan otros hitos de Arcor que se inscriben en la saga de los agronegocios. La compra de La Campagnola, por ejemplo. “Fue increíble el salto tecnológico que dimos junto a los productores. Se implementó el riego por goteo, nuevas semillas, etc. Los rindes pasaron de 60 a 120 toneladas por hectárea en San Juan. En Choele Choel un grupo de productores está desarrollando la marca Tomate Patagonia para la producción local, con apoyo oficial. “Cuando se articula entre lo público y lo privado todo se acelera. Pero hay que resolver enormes problemas logísticos, la reinserción al mundo, la cuestión impositiva…” Cuenta que se han perdido mercados como el de pulpa de frutas, en manos de países que hicieron acuerdos comerciales con clientes tradicionales de la Argentina. “El mini Davos sirvió para arrimarnos de nuevo a la comunidad de negocios internacionales con nuestra oferta de agronegocios”. Arcor también produce 70.000 litros de leche en sus tambos propios. Hace unos meses, adquirió el 25% de Mastellone. “Hay un gran potencial, creemos que la lechería tiene posibilidades importantes aunque el mundo ahora está complicado.”