Clarín - Rural

El etanol, una oferta ambiental

Bienergías. En el mundo se diversific­a la matriz energética con la adopción de biocombust­ibles. Esto abre la oportunida­d estratégic­a para Argentina de agregarle valor a los excedentes de maíz y soja.

- Héctor A. Huergo hhuergo@clarin.com

La comunidad internacio­nal ha decidido darle batalla al calentamie­nto global. En la transición a un mundo “carbono neutro” (en el que las emisiones de dióxido de carbono equilibren a la captura), se abren enormes oportunida­des para el campo y la agroindust­ria.

Los biocombust­ibles (biodiésel, bioetanol, biogás), originados en la fotosíntes­is de las plantas y microorgan­ismos en los océanos, ya están jugando un papel importante en el gran juego de la energía para transporte, y comienzan a participar en la generación eléctrica y calefacció­n.

Algún filósofo oriental dijo que hay que borrar dos días del calendario: ayer y mañana. Hablemos de hoy. La realidad nos brinda suficiente material como para ir por lo concreto, que está lleno de matices, con propuestas e intereses cruzados. Mientras el viejo mundo del petróleo rasca el fondo de la olla, la innovación captura el escenario y surgen a diario nuevas propuestas. Fascinante.

¿Dónde estamos parados? Sin duda, la llegada del auto eléctrico ha sido lo más disruptivo desde que despuntó el siglo XXI.

El gran innovador es Elon Musk, el sudafrican­o que se instaló en Silicon Valley. Allí, desarrolló y vendió Pay Pal, el exitoso sistema de pago por internet. Volcó de inmediato tus ganancias en la creación de Tesla Motor. Lanzó su primer auto 100% eléctrico hace doce años, en 150.000 dólares.

Un chasis formado por un panal de abejas de pilas recargable­s de litio, un motor eléctrico, carrocería de aluminio. En 2010 sacó el modelo S, a la mitad de aquel precio. El mercado se cuadruplic­ó. Llegó a las 40.000 unidades/año y con eso su compañía ya valía lo mismo que Renault, que fabrica 4 millones por año. Pero Elon apuntaba a un mercado mucho más amplio. Necesitaba hacer un auto de 35.000 dólares.

Lo lanzó en marzo de este año. Antes de mostrarlo, en el mismo día del lanzamient­o, había vendido 94.000 unidades. Desde entonces, vendió otros 300.000. Empezará a entregarlo­s dentro de un año…

Sí, una porción de la humanidad quiere andar en auto eléctrico. Por supuesto, Tesla no está solo. Casi todas las automotric­es están detrás del auto eléctrico. Que tiene el atributo adicional de que facilita el paso hacia el auto autónomo. Aquí ya entran Google, Apple y otras compañías de la era digital, donde el “Big Data” y los algoritmos de la inteligenc­ia artificial reescriben la sinfonía del nuevo mundo. Es la imagen de la “emisión cero”.

Sin embargo, el auto eléctrico tiene sus detractore­s. Las críticas no provienen solamente del previsible lobby petrolero. Desde una mirada más objetiva, se dice que mientras la matriz de generación eléctrica siga caracteriz­ada por una alta componente de carbón, fuel oil y gas, el auto eléctrico no aportará una reducción de emisiones. Aunque sí evitará la contaminac­ión de los centros poblados con residuos peligrosos de la combustión de gasoil y nafta.

Toyota y varias compañías europeas, como BMW, apostaron a otra tecnología neutra en carbono: la celda de hidrógeno. Consiste en hacer reaccionar el hidrógeno almacenado en un tanque a alta pre-

sión, con el oxígeno del agua. En el proceso se genera una corriente de energía eléctrica que mueve el vehículo. La única emisión es vapor de agua. El modelo Mirai de Toyota lidera este mercado. Pero tropieza con un inconvenie­nte: la dificultad de la logística del hidrógeno. Se debe manejar a una presión cuatro veces mayor a la del GNC, lo que es un salto exponencia­l. Igual se va abriendo paso.

Mientras tanto, en el mundo del transporte se fue abriendo paso el biocombust­ible. El más importante es el etanol, pero también el biodiesel, mientras el biogás queda por ahora limitado a la generación estacionar­ia de electricid­ad y vapor. El etanol, que proviene de fuentes de hidratos de carbono (caña de azúcar, remolacha azucarera y cereales), tiene la ventaja de que se puede producir en todos lados donde pegue el sol y haya agua.

En todo el mundo, se ha ido incrementa­ndo el uso de etanol en mezcla con la nafta. Y también con gasoil. La sueca Scania desarrolló motores para camiones y buses que pueden usar 95% de etanol y 5% gasoil. Pero el mayor uso es en Brasil, donde toda la nafta tiene 25% de etanol y existen surtidores de alcohol hidratado puro, para autos con motores Flex, que pueden andar con cualquier proporción de nafta o alcohol. Estos motores se fabrican también en la Argentina, pero no están homologado­s.

Y en este camino se cruza ahora Nissan con su tecnología SOFC (Solid Oxide Fuel Cell). Se presentó hace tres meses, en la inauguraci­ón de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. La automotriz japonesa aportó el auto oficial del evento, y también lo hará en la próxima edición, Tokio 2020. Dicen que en ese momento se lanzará a la venta masiva. El SOFC es un auto eléctrico, con todos sus atributos, pero que en lugar de recargarse desde la grilla eléctrica, cuenta con un tanque de combustibl­e y un “reformer”. El combustibl­e es una mezcla de…55% etanol y 45% agua.

La tecnología SOFC es conocida en la Argentina. El doctor Miguel Laborde, actualment­e Vice Presidente del Conicet, viene trabajando con ella desde hace décadas. En 2002 celebró un acuerdo con la empresa española Abengoa, especializ­ada en energía renovable, para proveerla de tecnología para generadora­s eléctricas con etanol.

Estos desarrollo­s son clave para el sector agroindust­rial argentino. La caña de azúcar, en el NOA y quizás en el NEA, necesita consolidar­se y salir de sus crisis recurrente­s. Y se viene un aluvión de maíz: ya esta campaña habrá entre 5 y 10 millones de toneladas más. En este contexto, la alternativ­a del etanol no debe ser solo una cuestión de Estado. Debe ser una oferta de la Argentina al mundo que viene.

 ??  ?? Maíz. Es una fuente de hidratos de carbono para producir etanol y tiene la ventaja de que está en todos lados donde pegue el sol y haya agua.
Maíz. Es una fuente de hidratos de carbono para producir etanol y tiene la ventaja de que está en todos lados donde pegue el sol y haya agua.
 ??  ?? Etanol. Será estratégic­o para derivar la mayor producción de maíz local.
Etanol. Será estratégic­o para derivar la mayor producción de maíz local.
 ?? INTA INFORMA ?? Los extremos de la cadena. Delante, un lote de maíz cosechado. Atrás, la planta de Bio4, que produce de etanol en Córdoba. Allí, esta industria procesa la producción maicera regional.
INTA INFORMA Los extremos de la cadena. Delante, un lote de maíz cosechado. Atrás, la planta de Bio4, que produce de etanol en Córdoba. Allí, esta industria procesa la producción maicera regional.
 ??  ?? Tecnología SOFC. Fue desarrolla­da por Nissan y tiene un motor reformado que mezcla etanol y agua.
Tecnología SOFC. Fue desarrolla­da por Nissan y tiene un motor reformado que mezcla etanol y agua.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina