“Fue el año ideal para pensar en la fertilización”
1- Haciendo cuentas anticipadas, ¿cómo va terminando el año para los fertilizantes?
Este año vemos una clara recuperación en el consumo de fertilizante. Llegamos a niveles muy bajos en el 2015, con menos de 2,5 millones de toneladas. Pero, con el inicio de la campaña de los cultivos de invierno 2016 se vio una clara mejoraría en la adopción de tecnología. A esta altura de año se registra un crecimiento de más de 50 por ciento en el consumo.
2- ¿Cuáles son los principales productos que están traccionando esta demanda?
Lo más notable es el crecimiento en los fertilizantes nitrogenados, sobre todo, ureas granuladas, perladas, y los fertilizantes líquidos que también tienen un fuerte componente de nitrógeno (por ejemplo, UAN y UAN más tiosulfato de amonio). También hay otro importante crecimiento en los fertilizantes fosfatados. El crecimiento de los primeros está vinculado con el área de los cereales y que el productor hace producción de fertilizante.
5- ¿Cómo fueron los niveles de reposición de nutrientes en trigo y maíz?
En trigo, el productor repuso nutrientes por encima de las expectativas. Algo similar ocurrió con el maíz, aunque por ahora son numero preliminares. Hubo cuellos de botella en la logística debido a picos de demanda. Esto fue cuando se superposicieron las refertilizaciones en trigo y el comienzo de la fertilización para el maíz temprano. Más allá de esto, esta campaña, por las buenas relaciones de precios, el productor puede apostar a elevar su rendimiento y mejorar las condiciones de su suelo.
6- En soja, ¿también hay buenas relaciones de precio para invertir en fosfatados en soja?
La soja es el cultivo más importante del país y el que menos se fertiliza, en promedio. Este es el año ideal para pensar en la fertilización en soja, fundamentalmente, en lo vinculado al fósforo y azufre, como elementos clave.
7- ¿Esperan cambios en la Ley de fertilizantes para el 2017?
Es un proyecto que se viene trabajando hace muchos años y, hasta el momento, alcanzó media sanción en la Cámara de Diputados. La ley es un gran incentivo para los productores que tienen un manejo consciente de sus suelos y que adoptan buenas prácticas agrícolas ya que gozarían de beneficios fiscales. Los avances hasta ahora perderían estado parlamentario el año que viene, lo que significa que habría que comenzar de nuevo.