Las cuatro cadenas están de balance
Los titulares de Acsoja, Maizar, Argentrigo y Asagir se refieron a los avances de 2016 y a los desafíos que se vienen.
Los titulares de Acsoja, Maizar, Argentrigo y Asagir analizaron los avances de 2016.
Como sucede tradicionalmente cuando se acerca fin de año, es momento de balances. Y las instituciones agropecuarias no son la excepción. Por eso, esta semana en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, las primeras en hacerlo fueron las cuatro cadenas de valor que representan a los cultivos.
Los titulares de Acsoja (Rodolfo Rossi), Maizar (Aníbal Ivancich), Argentrigo (David Hughes) y Asagir (Luis Arias) coincidieron en los avances de este año transicional para la agricultura, pero también se refirieron a los desafíos en los que hay seguir trabajando.
Durante el encuentro, los titulares dieron un discurso común a las cuatros entidades. En los pasajes destacados resaltaron, respecto a lo que sucedió durante 2016: “Se eliminaron o disminuyeron las retenciones, no hay restricciones para exportar, existe un mercado libre y único de cambios”. Asimismo, agregaron, “las ventas de maquinaria agrícola crecieron en más de un 90%, la demanda de fitosanitarios se incrementó más del 60%, y hubo un aumento del 40% en la venta de fertilizantes, son muestra de que estamos respondiendo con todo lo que tenemos a nuestro alcance”.
Como contrapartida, los representantes destacaron que no solo debían pensar en los progresos se refirieron a los desafíos. “Tras el afianzamiento de las empresas de nuestro sector, todas las cadenas asumiremos el compromiso de enfrentar todos los desafíos para conseguir el desarrollo integral y federal de nuestro país, trabajando junto al gobierno y las entidades públicas”.
Por otra parte, se refirieron a la competitividad. “La pelea por los mercados de mayor poder adquisitivo y los más exigentes en materia de calidad, debe ser dada en todos los frentes. No será fácil transformarse en el supermercado del mundo. Tenemos que empezar a organizarnos para ocupar las góndolas más rentables”, mencionaron.
Por su parte, se refirieron a la competitividad y afirmaron la importancia de mejorar los costos internos a través de una mayor y mejor productividad e innovación.
Otro de los temas clave para las entidades está vinculado con la logística y reconocieron la importancia de invertir en infraestructura. De esta forma, destacaron la licitación del plan maestro del Rio Salado y el proyecto del Plan Belgrano.
Para concluir, las cadenas de valor hablaron de sus responsabilidades y lo que más importante que queda como pendiente.
“Vemos la necesidad de trabajar juntos en la armonización, con nuestros clientes actuales y potenciales, de las normas vinculadas a la tolerancia para la presencia de residuos en granos y subproductos de la industria”.
Entre lo pendiente, dijeron, “terminamos el año con una asignatura que es la sanción de la ley de Semillas que aliente la inversión e innovación en germoplasma y biotecnología. Necesitamos de una regulación que contemple una presencia del Estado y sus organismos, entre ellos el INASE, con un fuerte control de las leyes y regulaciones. Para eso hay que adecuarnos al nuevo mundo y fortalecer el sector científico y técnico argentino. Desde las cadenas de valor convocamos a hacer todos los esfuerzos posibles en la búsqueda de consensos para lograr tener esta ley que nos permita ser cada vez más competitivos, utilizando las nuevas tecnologías habidas y por venir”, manifestaron.
Finalmente, se punturalizó sobre las derechos de exportación, el único cultivo, de los cuatro más importante que aun los tiene: “Entendemos la decisión oficial de mantener las retenciones pero hay que ir adecuándolos, ante eventuales cambios en los precios internacionales. La soja es parte del sistema agrícola argentino y es necesaria para retomar el crecimiento en la superficie agrícola total disponible”, cerraron.