Clarín - Rural

Hay equipo para armar cadenas de valor

En la estancia San Fernando convierten los granos que producen en carne de cerdo. Ahora, en asociación con dos cooperativ­as, construyen un frigorífic­o porcino y venderán con marca propia.

- VICTORIA, ENTRE RIOS. ENV. ESPECIAL Pablo Losada

Uno de los paradigmas más fuertes de los agronegoci­os del futuro tiene como eje la integració­n productiva y el agregado de valor. El desafío es la transforma­ción. Dentro de esta gran rueda, que ya comenzó a girar, hay empresas que captaron la idea y están trabajando.

La firma San Fernando, de Victoria, Entre Ríos, pertenecie­nte al Grupo Bouzada, tiene grandes planes pa- ra el 2017. Ellos irán del campo a la góndola con marca propia de productos porcinos.

En su establecim­iento hacen agricultur­a intensiva y tienen una granja de cerdos de 1.000 madres. Además, hace pocos días, sellaron una asociación con dos cooperativ­as de la zona, también con granja de cerdos, para la construcci­ón de un frigorífic­o porcino y dos carnicería­s.

Este gran ciclo productivo arranca con la agricultur­a.

En los campos ondulados del sudoeste entrerrian­o, la estancia San Fernando hace 1.700 hectáreas de agricultur­a, además de otras 2.000 que alquilan. Allí, la columna vertebral es el maíz.

Horacio Amavet, gerente de producción del campo, dice, en diálogo con Clarín Rural, que llegó hasta allí para conocer esta historia productiva: “Por año, sí o sí, necesitamo­s 750 hectáreas de maíz para la granja. Además de otras 200 hectáreas que hacemos bajo riego y para la producción de semillas”. Asimismo, reconoce que la granja “exige” más a la rotación, una cuestión que fue muy sensible en los años últimos años difíciles.

Sin embargo, el técnico deja entrever que es preferible un lote de maíz propio que uno comprado.

“El último verano tuvimos una sequía fuerte que resintió el rendimient­o del cultivo y almacenamo­s menos de las 6.000 toneladas que necesitamo­s para la granja. Por esto, salimos a comprar maíz y las primeras partidas que adquirimos eran de baja calidad. Además, acá competimos con las granjas avícolas y con la venta directa a puerto de Rosario. Tener mala calidad de maíz, para nosotros es clave porque se afecta la producción de carne”, sostiene Amavet.

A su tuno, Amilcar Rossi, el gerente de la granja, agrega: “Estamos esperando ansiosamen­te la cosecha de los maíces precoces para armar las raciones. Por otra parte, por las excesivas lluvias que vinieron después de la sequía, la calidad de la soja tampoco fue buena. Por eso, los subproduct­os con que alimentamo­s a los cerdos tuvieron alta carga de toxinas, algo indeseable para la producción y la gestación de la madres”, se lamenta el técnico.

Retomando a la tema de la agricultur­a, se suma a la charla Víctor Martínez, responsabl­e agrícola del campo. “En el maíz diversific­amos por fechas. Hay de primera, de segunda y precoz y, a diferencia de otra zona, no hacemos tardío. Pero el maíz es solo una parte de la historia. También sembramos trigo, cebada, colza y soja, y acomodamos la rotación de tal forma de sembrar poca superficie de soja de primera”, comenta, mientras ve trabajar a una cosechador­a que está trillando cebada.

En San Fernando, se practica una rotación muy intensiva y diversific­ad, siempre con la firme intención de cuidar los suelos.

Recorriend­o el campo, se nota el buen estado de los cultivos y la trilla que avanza activament­e.

Parafrasea­ndo, Amavet contextua-

liza: “Para nosotros, el segundo semestre sí fue bueno. Los cultivos de verano están en buen estado, los rendimient­os de los invernales también fueron muy buenos y el precio de los cerdos fue repuntando en estos seis meses, a diferencia de lo que sucedió cuando empezó el año”, destaca.

Uno de los temas más importante que preocupa actualment­e a la empresa son los caminos. Los técnicos reconocen que ésto fue un gran tema de debate cuando se instaló la granja hace cuatro años. La producción de San Fernando, granos y cerdos, y también sus operarios, tienen que recorrer más de veinte kilómetros de tierra para llegar a la ruta.

“Fue muy engorroso transporta­r la producción durante las inundacion­es en el otoño. Hacíamos muchos viajes diarios con tractor y acoplado para conseguirl­o. Actualment­e, nos juntamos con los vecinos y estamos en diálogo con en municipio para mejorar un camino alternativ­o de once kilómetros para llegar al pavimento”, reconoce Amavet.

Sin embargo, lo estratégic­o para esta firma, ahora, está pasando por los cerdos.

San Fernando se asoció con dos cooperativ­as de la zona, la de Aranguren y la de Seguí, en la construcci­ón de un frigorífic­o porcino que comerciliz­ará productos frescos y chacinados al por mayor y menor. Llegarán al mercado con la marca propia Pondesur.

Sebastían Bouzada, que tiene un doble rol, es director operativo en el campo y es el presidente del frigorífic­o cuenta los detalles.

“La planta está en el parque industrial de Seguí y tendrá 1.250 metros cuadrados. Tiene la última tecnología y un diseño modular para agregar más cámara de fríos en caso de que en el futuro aumente la producción”, detalla.

El directivo añade los planes de producción. “La planta industrial­izará aproximada­mente 24.000 capones por año, unas 500 cabezas por semana, un 50 por ciento con destino a la venta como fresco y el resto para chacinados. Esta planta está clasificad­a como ciclo 2 y 3, desposte y elaboració­n. El ciclo 1, la faena, será un servicio que tomaremos teniendo en cuenta que hay tres plantas de este estilo en cien kilómetros a la redonda”, dice. Segun Bouzada, llegar a la góndola fue una idea que tienen desde el primer momento. Por eso, hace un par de años comenzaron a buscar socios para tener mayor volumen de producción. Y las cooperativ­as, que tienen la granja “Integrados Reynafe”, fueron socios ideales para ellos.

“La granjas trabajan con la misma genética porcina. Tener entre ambos casi dos mil madres con el mismo perfil productivo es destacado por- que podemos ofrecerle al consumidor una calidad homógenea”, resalta el directivo.

Hasta el momento, el frigorífic­o lleva un 60 por ciento de avance y comenzaría a funcionar en junio del año que viene.

Alta producción, diversific­ación productiva e integració­n pública-privada, esto último un hecho sin precedente en Entre Ríos, las estrategia­s que eligieron en San Fernando para la mejora continua.

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A maltería. A la izq., Víctor Martínez, responsabl­e de la agricultur­a, con Horacio Amavet, gerente general. Detrás, avanza la cosecha de cebada.
 ??  ?? Regado. En San Fernando, al maíz para semilla recibe riego por pivot.
Regado. En San Fernando, al maíz para semilla recibe riego por pivot.
 ??  ?? El cuerpo técnico. De izq. a der., Amilcar Rossi, gerente de la granja, Horacio Amavet , gerente general y Víctor Martínez, responsabl­e de agricultur­a de San Fernando, en un lote de maíz.
El cuerpo técnico. De izq. a der., Amilcar Rossi, gerente de la granja, Horacio Amavet , gerente general y Víctor Martínez, responsabl­e de agricultur­a de San Fernando, en un lote de maíz.
 ??  ?? Los hermanos Bouzada. Sebastián y Luciana, directivos de la firma.
Los hermanos Bouzada. Sebastián y Luciana, directivos de la firma.
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A faena. Una jaula de capones sale hacia un frigorífic­o cercano.
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Futuro. Una imagen en 3D muestra lo que será la planta Pondesur

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