La falta de lluvias ya le pega al rinde trigo
En el centro y sur de Buenos Aires se agudiza el déficit de agua sobre el final del ciciclo.
Se acerca fin de año y la cosecha de los cereales de invierno se cierra desde el centro hacia el sur bonaerense. Sin embargo, las noticias no son tan buenas ya que los trigales de esas zonas están sufriendo la falta de lluvias. La cebada, por su parte, pasa mejor este trance sin precipitaciones.
Clarín Rural dialogó con asesores de la regió para conocer, de primera mano, que está pasando.
El centro de la provincia de Buenos Aires es la que más padece por la falta de lluvias. Allí, la condición actal de los perfiles que se combina con el impacto de las heladas tardías durante noviembre, ponen a los lotes de trigo en estado crítico.
Damián Delfino es técnico de la firma agropecuaria El Reyezuelo, de Balcarce. Allí, hay sembrado trigo, maíz, girasol y soja. "Acá se necesita agua con urgencia para todos los cultivo. El trigo, puntualmente, sufre porque la helada lo afectó durante la floración y, ahora, la falta de agua, más el viento y el calor, pegan en el llenado de granos", se lamenta el asesor.La magnitud de lo que está sucediendo, Delfino lo grafica de esta manera: "En casos puntuales, con los trigos más dañados se están haciendo rollos, sobre todo, los que estaban sembrados en las áreas más bajas", describe. Claramente, los productores, mayormente los de campos mixtos, están aprovechando este mal momento para hacerse de alimento para la hacienda ya que la falta de agua también le está pegando al rebrote de la pasturas.
Por su parte, los cultivos de verano están afectados en diferente magnitud, dice Delfino. "Desde que sembró la soja, no llovió más. Hasta ahora, llegó con las reservas que había en el perfil más 35 milímetros que nosotros le aplicamos con riego (Ver Página 16). El girasol, como el maíz, está afectado porque también lo dañó la helada y los perjuicios que estamos viendo son mayores de lo que estimábamos. El cereal, en cambio, se recuperó. Pero, en los tres casos requieren lluvias superiores a los 50 milímetros", concluye el técnico.
Esteban Bilbao es asesor técnico en la zona de Necochea. Allí, que no se registraron las heladas tardías y los trigos están sufriendo el ambiente seco (falta de lluvias, altas temperaturas y viento norte), imientras la co- secha de cebada avanza a todo vapor.
De acuerdo a su análisis, coincidente con el de Delfino, el cultivo padece porque se retrasó mucho su siembra. "En su fecha óptima, finales de junio, se detuvo la implantación por el exceso de lluvias. Entonces, los productores retrasaron todas las labores. Estos casos son los más afectados por la falta de agua actual", explica Bilbao.
A esto agrega que aquellos que pudieron sembrar temprano, como sucedió con la cebada, tienen trigales en buenas condiciones. Además, comenta, que las temperaturas más frías del mes pasado alargaron la etapa del llenado de granos y eso benefició al cereal. Sin embargo, reconoce, que será un año promedio para los rendimientos del trigo.
Además, Bilbao brinda un dato interesante. "Desde el primero de agosto llovieron 150 milímetros, cuando lo normal son 350. Los cultivos de invierno completaron el ciclo satisfactoriamente porque tenían reservas en el perfil ", dice. Por su parte, concluye, que las labores para la siembra de soja de segunda también están detenidas, y los maizales y el girasol avanzan estables.