Dos gigantes juntos por la innovación
El vice presidente de Monsanto explica por qué la alianza de su compañía con Bayer potenciará la inversión en investigación y desarrollo y beneficiará a la producción de alimentos del futuro.
Nuestros alimentos y la forma en que se cultivan están experimentando una evolución sin precedentes, gracias a los increíbles avances de la ciencia. La agricultura está comenzando una transformación impulsada por una ola de nuevas start-ups, así como también por una cantidad de fusiones de empresas existentes y nuevas combinaciones de negocios para traer un pensamiento innovador a la industria, ampliando y diversificando proyectos de I&D y aumentando los recursos disponibles para financiarlos. Estos cambios son necesarios para cubrir las necesidades alimentarias, que se expanden rápidamente debido al crecimiento de la población.
He experimentado personalmente cómo una enorme innovación conduce al desarrollo de productos nuevos que mejoran la sustentabilidad, la productividad y la rentabilidad en los campos. Y la innovación es contagiosa. Una vez que unas pocas empresas empiezan a innovar, esto alienta a otras a incrementar sus fondos en I&D para mantenerse competitivas. Fue lo que pasó cuando se introdujeron los cultivos OGM, una tecnología de la que estoy orgulloso de decir que participé en su desarrollo.
Desde entonces, hubo un aumento constante de las inversiones públicas y privadas en I&D agrícola, y en los últimos años la inversión global se ha disparado. En el año 2010, las inversiones de capital de riesgo en tecnologías agrícolas sumaron alrede- dor de 400 millones de dólares, pero a partir del 2015, el nivel de inversión saltó a 4.600 millones.
A partir de 2016, más de 1.300 startups participaron en el ecosistema agrícola, incluyendo más de 130 entidades diferentes que han presentado productos avanzados de biología para su aprobación en los últimos tres años. Si bien esto es un progreso increíble, nuestra industria no está donde debería estar. La agricultura sigue estando altamente fragmentada, y está compuesta por casi 4.000 empresas, lo que significa que relativamente pocas compañías tienen la escala, la experiencia en investigación y desarrollo y los recursos para invertir significativamente en tecnologías de avanzada.
Una comparación de los primeros cinco presupuestos que lideraron la inversión anual de I&D en 2015 en diferentes sectores industriales muestra que la inversión de la industria farmacéutica fue de 42.000 millones de dólares, la ciencia de datos 58.000 millones, la automotriz 38.500 millones; mientras que la de alimentos/agricultura fue de apenas 7.000 millones de dólares.
Así como otros sectores han incrementado sus inversiones en I&D para impulsar la innovación, la agricultura tiene la responsabilidad social de hacer lo mismo, especialmente si queremos asegurar que nuestros hijos, nietos y los más de 9 mil millones de personas que habitarán nuestro planeta en el año 2050 tengan la oportunidad de acceder a los alimentos más seguros de la historia.
En este sentido, aquí explicamos por qué la nueva compañía Bayer Monsanto significará más innovación agrícola que traerá beneficios para todos nosotros: Nuestras dos compañías tienen productos que se complementan: El negocio de Monsanto se centra en semillas, biotecnología y en la ciencia de datos, mientras que Bayer se focaliza en los productos para la protección de cultivos. Combinadas, ayudarán a grandes y pequeños productores a mejorar la rentabilidad y la sustentabilidad.
La combinación de las innovaciones en semillas y biotecnología de Monsanto con las nuevas herramientas de protección de cultivos de Bayer también mejorará el ritmo de las innovaciones para el campo. Hoy, desarrollamos estas tecnologías por separado, lo que significa que una empresa puede dedicar en promedio 10 años o más para el desarrollo de un herbicida y luego, sólo después que este ha sido desarrollado, la otra empresa comenzará a trabajar en un nuevo evento biotecnológico compatible, tolerante al herbicida, e incorporarlo a la semilla comercial, que tomaría probablemente otros 10-12 años. Trabajar juntos como una empresa, en paralelo, significará desarrollar ambos productos a la par, y en menos tiempo. Así habrá mejores productos y más sustentables, disponibles para los productores de una manera más rápida, que al mismo tiempo los ayudará a optimizar el uso de los recursos naturales.
La nueva compañía se centrará en invertir, descubrir y brindar innovaciones para millones de productores en todo el mundo. La fusión creará oportunidades para aumentar las inversiones en I&D en nuevas categorías de ciencia de datos y en soluciones biológicas mejoradas, como así también ofrecer estas soluciones más rápido de lo que podrían hacerlo en forma separada. La fortaleza comercial de Monsanto se basa en las Américas, mientras que Bayer tiene una presencia más fuerte en Europa y Asia. La combinación ayudará a asegurar el acceso a nuevas y muy necesarias herramientas de productividad agrícola en cultivos estratégicos como el trigo.
Los cambios que están en curso en la industria agrícola son la clave para impulsar la innovación que los productores necesitarán para cultivar de manera más eficiente y sustentable para satisfacer las demandas de una población creciente.