Sustentabilidad y empleo, en el centro del debate
Esos fueron los ejes sobre los que se pensó el mediano plazo, la semana pasada, en el Congreso de FADA.
Hay debates que siempre deben tener su lugar, y más aun cuando las cosas parecen mejorar. Por eso, en el marco de un cierre de campaña agrícola con números más positivos de lo que se esperaba, resultó alentador ver la semana pasada en Río Cuarto, Córdoba, a algunos de los actores políticos de la agroindustria conversando e intercambiando ideas en torno a la sustentabilidad del sistema productivo y el rol del sector en la generación de empleo.
Sucedió en el Congreso Imagina en Acción 2017 organizado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), un evento que contó con la presencia de, entre otros, el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti, el ex-rector de la UBA Guillermo Jaim Etcheverry y el expresidente uruguayo José Mujica, y que trascendió ampliamente las temáticas específicas del campo.
En materia de sustentabilidad fue David Miazzo, coordinador de investigaciones de FADA, quien lanzó el puntapié para la discusión en un panel conformado por el ministro de Agricultura de la provincia de Córdoba Sergio Busso, el productor agrícola del partido de General Villegas y presidente de la comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados Gilberto Alegre, el presidente de la comisión de Agricultura del Senado Alfredo De Angeli y la diputada Myriam Juárez, presidenta de la Comisión de Economías Regionales.
“Hay 1,6 hectáreas de oleaginosas por cada hectárea de gramíneas, se repone un tercio de los nutrientes que se extraen y se usan dos litros de fitosanitarios por tonelada de granos producida”, lanzó Miazzo, a lo que Busso respondió que en su provincia ya están llegando a acuerdos en políticas públicas vinculadas a la sustentabilidad. “El productor tiene prestado el campo de las generaciones futuras, por lo que la conservación de los recursos tiene que ser parte de la política pública. Nosotros ya estamos destinando 70 millones de pesos para estimular y bonificar las buenas prácticas agrícolas”, afirmó.
Alegre, por su parte, fue el más crítico del panel y remarcó: “Para que haya sustentabilidad en el campo tiene que haber sustentabilidad en la rentabilidad, si no es imposible que el productor cuide la tierra. Después vendrá la sustentabilidad del medio ambiente”.
En cuanto a las medidas concretas que podrían llevar al productor a adoptar prácticas menos dañinas con el ambiente, dijo que es el Poder Ejecutivo el que tiene que marcar el rumbo y que las Cámaras tienen que acompañar con la elaboración de proyectos. “La quita de retenciones y la devaluación ya no alcanzan, se habla de que sembrar trigo a más de 400 kilómetros del puerto ya no es rentable”, advirtió el diputado, y agregó: “Hoy el Congreso no está funcionando, tendríamos que estar tratando temas como la lechería, ley de fitosanitarios, semillas... Pero no hay un rumbo. Estamos en un año electoral, pero si no están saliendo las leyes es porque el ejecutivo no quiere. Hacen falta medidas que permitan pensar a mediano y largo plazo”.
El segundo eje de discusión del panel fue el potencial de las cadenas agroindustriales para crear empleo, y otra vez fue Miazzo el encargado de aportar datos disparadores. “En la actualidad, 2,7 millones de personas trabajan en alguna parte de las comunidades agroalimentarias. Un tercio de ellas en las cadenas cárnicas y lácteas, un tercio en agricultura pampeana y un tercio en las economías regionales”, dijo.
Fue la diputada Juárez quien tomó la palabra para decir, a propósito de las economías regionales, que hay que incorporar al tercio que está en la economía informal a la economía formal. “Las economías regionales son la columna vertebral de la economía social del país y el campo es el motor”, afirmó quien estuvo acompañada por el resto de los diputados que integran su misma comisión.
Entonces Alegre volvió a meter el dedo en la llaga del Gobierno nacional al remarcar que no se está hablando de cómo aumentar el empleo. “Hablamos de un crecimiento para pocos, seguimos exportando materias primas y seguimos comprando trabajo chino, es una continuación del Gobierno anterior, es un paradigma que tenemos que romper si queremos tener un Gobierno para muchos”, dijo.
Busso aprovechó la ocasión para sacar pecho en una ciudad que se destaca, justamente, por la búsqueda del valor agregado genuino desde la producción agropecuaria, con las plantas de etanol de maíz como bandera. “Río Cuarto ha tenido una voluntad productiva enorme, pionera en premiar la voluntad asociativa de los productores. Más al sur, el complejo manisero cordobés es un orgullo, de la producción primaria se pasó a un cluster que le da empleo a 12.000 personas. Hace tiempo en Córdoba se viene pensando estratégicamente en conjunto entre los ministerios de Agricultura, Industria y Ciencia”, aseguró el funcionario en linea con el mensaje que poco antes también había transmitido Schieretti: Córdoba sabe que su vocación es especialmente agroindustrial.
Sobre el final, De Angeli se aferró al micrófono, sumó un dato interesante de su provincia y no dejó pasar la oportunidad de lanzar su característica arenga. “En Entre Ríos producimos el 40 por ciento de los pollos del país, necesitamos traer maíz desde Río Cuarto porque no nos alcanza y le damos trabajo a 12.000 personas. Hay que cambiar la matriz productiva y vamos a generar empleo en todos lados”, afirmó.
De esta manera, en poco más de una hora el público cordobés pudo tener un pantallazo de los temas en los que debe poner sus esfuerzos la agroindustria en los próximos años. Es una demanda del propio sector y de toda la sociedad.