En Brasil, la caña suma automatismo
Clarín Rural estuvo en el lanzamiento en Maringá del camión autónomo del grupo Volvo.
Esta semana el grupo Volvo presentó en Maringá, Brasil, el camión autónomo adaptado para la cosecha de caña de azúcar. El objetivo de este prototipo fue eliminar la pérdida de productividad causada por el pisoteo en las brotes del cultivo por este vehículo durante la zafra.
El nuevo camión ha sido desarrollado especialmente para la cosecha de la caña de azúcar de la Usina Santa Terezinha, ubicado en el noroeste del estado de Paraná. Este ingenio es uno de los 10 que tiene el Grupo Usaçucar, que está entre los mayores productores y exportadores de azúcar de Brasil. Y hasta este ingenio llegó Clarín Rural para participar del lanzamiento.
El Grupo Usaçúcar procesa 18 millones de toneladas de caña de azúcar en más de 330.000 hectáreas de superficie. Emplea a más de 17.000 personas y su facturación anual es de U$S 1.000 millones.
La producción de azúcar es en su totalidad para exportación. Para este año prevén embarcarr 1, 6 millones de toneladas (se caracterizan por ven- derla a granel como materia prima, sin refinarla). Y la producción de etanol alcanza los 400 millones de litros. Además, se autoabastecen de energía para las plantas a través del bagazo de la caña y en 4 usinas, comercializan energía eléctrica a terceros.
Y proyecta aumentar su producción, y alcanzar hasta 2020, 19 millones de toneladas de caña de azúcar procesadas. “Queremos aumentar la producción, pero de forma gradual y sostenida”, declara Paulo Meneguetti, director financiero y de suministros del Grupo Usaçúcar.
El camión autónomo es una de las explicaciones para poder llegar a este crecimiento. Conducido de forma autónoma, funciona a lo largo de las líneas de la plantación, sin pasar por arriba de los brotes. Con una precisión de 2,5 cm, reduce las pérdidas a valores mínimos, según destacaron desde Volvo.
La precisión en la trayectoria del camión en la plantación es muy importante, porque los brotes resultantes de la cosecha se convertirán otra vez en plantas adultas de caña de azúcar en zafras posteriores, precisó el directivo del grupo Usaçúcar.
Y continuó: “La implantación del cultivo se hace cada cinco años, con un promedio de cinco cosechas por siembra. Y como la cosecha se produce en un corto período de tiempo, el trabajo debe hacerse 24 horas al día, siete días a la semana”.
Debido a la severidad de la operación en sí, de la poca visibilidad nocturna y de la paja que cae sobre el suelo, sostuvo que el conductor no logra conducir el vehículo con precisión como para evitar el pisoteo de los brotes. “Es el principal daño de la cosecha de caña de azúcar en Brasil, superior incluso a los problemas causados por el clima y las plagas”, precisó Meneguetti.
Y agregó que este problema es responsable por pérdidas que rondan el 12% de la producción anual de caña de azúcar. Y el camión autónomo, solo, elimina 4% de este total. El empresario brasileño hizo números y aclaró que si utilizara este camión autónomo en toda la superficie de caña, se ahorraría U$S 15 millones por año.
Pero, ¿cómo funciona el camión autónomo?
Después que el mapa digital del cañaveral es insertado en la computadora de a bordo del camión, las tecnologías de Volvo reconocen precisamente las líneas de la plantación, evitando el pisoteo. El papel del conductor es conducir el vehículo hasta el comienzo de la línea en el cultivo, encontrar la ruta a seguir y luego retirarlo de la plantación para hacer el transbordo a los vehículos de transporte que van a llevar la carga hasta el ingenio azucarero.
“Es una tecnología que resuelve el problema de precisión, humanamente imposible de lograr”, explica Roberson Oliveira, gerente de proyecto de ingeniería avanzada del Grupo Volvo América Latina.
El camión fue diseñado especialmente para este ingenio, por lo que aclararon desde Volvo aun no tienen definido cuando se podrá comercializar en serie.