En Laborde, los rides de maíz baten récords
Un productor cosechó 159 quintales por hectárea en un lote cercano a la localidad del sudeste cordobés.
Con la mitad del maíz de esta campaña cosechado, los picos de rendimiento que está logrando el cultivo en el sudeste de Córdoba son muy buenos. En Laborde, por ejemplo, un productor consiguió un rinde de 159 quintales por hectárea.
“El lote era todo parejo, parecía un tablón. Mi padre, que tiene años en esto, dice que nunca había visto algo así”, destacó Leonardo Brugnoni, que estudia Agronomía y trabaja con su padre en los campos de esta región de Córdoba.
“Sembramos 5 híbridos en 200 hectáreas. Salvo con uno, el resto tuvo de 140 quintales para arriba. Con el AX 7918 de Nidera Semillas, que lo sembramos en 50 hectáreas el 3 de octubre -antes no pudimos por falta de agua- llegamos a los 159 quintales”, contó Brugnoni.
En los ensayos que hicieron los técnicos en Laborde, los rendimientos más altos tocaron un pico de 143 quintales; es decir, 16 quintales menos.
A nivel nacional, con el 48% de la superficie trillada, el rinde promedio es de 85 quintales por hectárea, según el último relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Lo que implica que la producción que logró Brugnoni está un 87% por encima de la media nacional.
En esta zona de Córdoba, se detectaron algunos problemas de vuelco de plantas, pero los rindes vienen siendo muy buenos. De hecho, al comienzo de la cosecha en Marcos Juárez hubo productores que trillaron maíces de más de 140 quintales por hectárea, que ahora se están superando.
Manejo
El productor aseguró que con el híbrido AX 7822 VT3P también obtuvieron buenos resultados en Laborde. En ese caso lograron 145 quintales en 45 hectáreas que se implantaron el 13 de octubre.
“Es más bien un híbrido de estabilidad y se adapta a más ambientes. El VT3P lo usamos para asegurarnos que no haya plagas, aunque en esta zona no suele haber ese tipo de problemas”, recordó.
Al momento de sembrar, las condiciones climáticas fueron de medias a excelentes. Es que había buenas reservas de agua en los perfiles y temperaturas cálidas que evitaron el estrés hídrico.
Además tampoco tuvieron malezas, enfermedades, ni plagas severas que hayan afectado el desarrollo del cultivo. Para fertilizar utilizaron 100 kilos de arrancador y 100 de urea. El manejo de malezas lo realizaron con 4 litros de atrazina líquida y algo de S-Metolacloro.
“Otra cosa que también ayudó al rendimiento fue la densidad de siembra. Al AX 7822 lo implantamos a una distancia de 52 centímetros con una densidad de 80.000 plantas y al AX 7918 con una densidad de 81.600. Gracias a las buenas temperaturas y el agua, la alta densidad de plantas se tradujo en una buena cantidad de espigas y en un gran rendimiento”, explicó Brugnoni.
De acuerdo a las proyecciones de la Bolsa porteña, en este ciclo se cosecharán unas 39 millones de toneladas de maíz en la Argentina. Todavía faltan trillar más de 2 millones de hectáreas.
En algunas zonas, como el sur de Santa Fe y Córdoba o el sudeste de Buenos Aires y La Pampa, la cosecha está demorada por la falta de piso en los lotes, una consecuencia de los excesos hídricos de los últimos meses.
Para la próxima campaña, Brugnoni tiene previsto sembrar a partir del 15 de septiembre unas 230 hectáreas de maíz. Dados los buenos resultados, volverá a apostar fuertemente a este tipo de híbridos y también probará el AX 7761.
“Es un maíz con alto potencial de rinde y que puede soportar una gran densidad de plantas con mayor velocidad de secado. Si ya alcanzamos 159 quintales, ahora esperamos lograr 170. Vamos a tratar de superar el récord”, adelantó Brugnoni.