Clarín - Rural

La mujer que siempre apostó a la ganadería

En Cañada Rosquín, Fernanda Deni integra un ciclo ganadero completo con la soja, el maíz y el trigo. Un esquema diversific­ado, sustentabl­e y de altos rendimient­os.

- Gastón Neffen gneffen@clarin.com

La docente Fernanda Deni hizo escuela en campos del centro santafesin­o. Allí, cuando la zona se convertía a la agricultur­a, ella armó un ciclo ganadero completo a base de pasto y encierre a corral.

En el límite norte de la zona núcleo, hay dos mujeres que de verdad le tuvieron fe a la ganadería, cuando la soja parecía el único negocio posible. La primera es Fernanda Deni, una profesora de historia y docente que heredó el campo de sus padres, y la segunda es su asesora, la ingeniera agrónoma rosarina María Eugenia Racciatti.

En Cañada Rosquín (unos 140 kilómetros al noroeste de Rosario), hace veinte años comenzaron a soñar y a construir paso a paso un esquema para integrar la ganadería con la agricultur­a, que despertaba el escepticis­mo de casi todos.

Ahora, lo empiezan a mirar con lupa y fue el eje de una jornada del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), que se desarrolló hace algunas semanas.

Cuando Deni tomó el timón de los campos, la preocupaba lo desparejos que eran los rendimient­os agrícolas por la pérdida de fertilidad. A mediados de los ‘90 engordaba novillos Holando y hacía agricultur­a en 251 hectáreas que se dividían en tres campos: Adita María, El Carmen y La Recría.

“Con mi asesora nos pusimos el objetivo de lograr un sistema que sea viable desde lo económico y sustentabl­e, en comunión con la naturaleza”, sostuvo Deni, en una entrevista con Clarín Rural.

Mientras todos vendían las vacas y se pasaban a la agricultur­a, ella pegó el volantazo e invirtió los recursos de la soja para comprar las primeras 40 vaquillona­s para apostar a la cría y al ciclo completo.

“El arranque fue muy difícil porque Fernanda tenía que convertir quintales de soja en un plantel de madres. Y había que destinar lotes agrícolas a sembrar pasturas. Pero sabíamos que en los campos que se rotaban con los animales había una diferencia de rinde de entre 8 y 15 quintales, por como se mejoraban los suelos. La decisión fue que la apuesta más fuerte iba a ser la carne”, destacó Racciatti.

No fueron años fáciles. Había que sostener -económicam­ente y desde las conviccion­es productiva­s- un proyecto distinto frente a la vista de todos (la ruta nacional 34 divide el establecim­iento Adita María).

“En su momento, varios productore­s me decían ‘la vas a hacer fundir’ -en referencia a Deni-. Ahora, esos mismos están consideran­do volver a engordar novillos a los potreros”, reconoció esta ingeniera (el otro asesor clave del equipo es el veterinari­o Jorge Luis Leguizamon).

Muchas veces Deni sostuvo el proyecto con los recursos que generaba la agricultur­a, pero ahora -en un contexto de cotizacion­es más bajas de los granos- son los novillos los que hacen la diferencia y esa es una de las ventajas de haber planificad­o un sistema integrado, que se apuntala en las sinergias y le ajusta todas las tuer- cas al modelo de la “chacra mixta”.

El esquema productivo tiene tres patas: la fábrica de terneros, con un plantel de 240 madres, está en las 90 hectáreas de El Carmen. Aquí los animales se crían con alfalfas puras y en algunos lotes, eventualme­nte, también se hace agricultur­a (para forraje o para grano). La carga animal, en este caso, es de 4 vaca equivalent­e por hectárea. La genética es Angus y Hereford. “Buscamos mucho el vigor híbrido en los cruzamient­os”, explicó Deni.

En Adita María, en las 69 hectáreas que están al este de la ruta 34 se hace agricultur­a permanente (porque es complejo hacer cruzar los animales por un ruta nacional) y en las 59 hectáreas del oeste las pasturas para engordar los novillos se rotan con la soja, el maíz y el trigo. La carga es de 3,66 vaca equivalent­e por hectárea. Las rotaciones La secuencia agronómica puede comenzar con una alfalfa -como mínimo tres años-, que en el cuarto año se intersiemb­ra con avena. Después viene la soja, que con este manejo llega a los 50 quintales por hectárea, luego el trigo, el maíz y la rueda vuelve otra vez a la alfalfa.

Con este manejo, los indicadore­s del suelo se recuperaro­n. Deni asegura que el nivel de pH se mantiene, que el sistema radicular de la alfalfa

(las raíces alcanzan a explorar hasta los cinco metros) le da otra porosidad a los perfiles y, además, está la bosteo de los animales, que incrementa la materia orgánica.

“No es lo mismo la fertilizac­ión química que la natural, que viene del estiércol. Es materia orgánica que está rápidament­e disponible. En cambio, lleva mucho tiempo lograr el mismo efecto con los rastrojos en siembra directa”, indicó la ingeniera.

En la Recría, un campo de 33 hectáreas que está pegado a Cañada Rosquín y en el que no se pueden utilizar agroquímic­os por la legislació­n provincial, se hace la recría de las vaquillona­s en pastizales naturales, que vienen de una primera alfalfa.

La carga es baja para la zona: 1,25 vaca equivalent­e por hectárea. La alimentaci­ón se suplementa con rollos que salen de El Carmen y de Adita María, en donde también se siembran verdeos invernales y de verano.

Los novillos se terminan con un peso que oscila entre los 360 y los 380 kilos. La carne es de gran calidad, ya que se engorda con pasto y solo el último golpe de terminació­n se hace con granos.

“La experienci­a del campo de Fernanda ahora se analiza en serio porque es difícil mantener los rendimient­os a lo largo de varias campañas y el sistema agrícola muestra otros síntomas de agotamient­o, como la resistenci­a de las malezas, la aparición de nuevas plagas y la acumulació­n de agua en las napas, que agrava las inundacion­es”, concluyó Racciatti.

 ??  ?? Orgullo. Deni junto con uno de sus rodeos que se termina encerrado. La productora integró, con eficiencia, la agricultur­a con la producción de carne y formó un negocio de largo plazo.
Orgullo. Deni junto con uno de sus rodeos que se termina encerrado. La productora integró, con eficiencia, la agricultur­a con la producción de carne y formó un negocio de largo plazo.
 ??  ?? Potrero. Cuando armó su plantel de madres, a mediados de los 90, Deni eligió la razas Angus y Hereford para buscar vigor híbrido en las cruzas.
Potrero. Cuando armó su plantel de madres, a mediados de los 90, Deni eligió la razas Angus y Hereford para buscar vigor híbrido en las cruzas.
 ??  ?? Clave. La alfalfa mejoró la fertililid­ad de los suelos, junto a la bosta.
Clave. La alfalfa mejoró la fertililid­ad de los suelos, junto a la bosta.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina