“La tendencia en la industria de la nutrición animal es crecer sí o sí”

1- ¿En qué situación se encuentra la industria de nutrición animal? Al tener muchas especies la industria, siempre es heterogénea la situación de cada una. Pero en general en los últimos años la economía ha variado y nos ha afectado. Pasar de una economía cerrada a poder importar sin problemas modificó las reglas. De todas maneras, cuanto más abierto esté el mercado, nos va a dar más oportunidades, pero nos va a exigir ser competitivos. 2- ¿Podría especificar cada actividad? La avicultura, la actividad más representativa, está complicada. Creció mucho este sector, pero hay complicaciones para exportar por el atraso cambiario y los altos costos de logística y mano de obra. La Argentina es un país caro y la actividad no es competitiva. Esto hizo que el mercado interno se sature. En cuanto a rumiantes, los de leche vienen de una crisis muy larga. Ahora el precio de la leche mejoró y es rentable. Los rumiantes de carne tienen una situación bastante buena. Tanto la carne bovina como la de pollo van a crecer de la mano de los negocios que se hagan por exportación. 3- ¿Y qué ha ocurrido con las especies con menor representatividad? La industria de pet food tiene mucho para crecer. El volumen es menor comparado a otras actividades pero es de alto valor. El cerdo es la industria que más viene creciendo en términos porcentuales a pesar que ha tenido un desmejoramiento de los márgenes. Y la acuicultura está en un estado que va pasando de embrionario a ser un sector de crecimiento. Hay dos realidades en el país: la acuicultura de agua fría en el sur con la producción de trucha y otra en el NEA, fundamentalmente con especies de aguas cálidas con proyectos interesantes de pacú. En volúmenes no es significativo pero es algo que queremos estimular porque creemos que la producción también viene del agua. 4- Ante este contexto, ¿qué espera del sector de acá en adelante? La tendencia en la industria de nutrición animal es crecer sí o sí. Tiene potencial. Solo se consume 10 millones de toneladas de maíz del total que produce el país (39 millones de toneladas este año). Con este número, la industria produce 16 mi- llones de toneladas de alimento (el 60% es compuesto por maíz) y el resto, es para exportación. El excedente de maíz, que es la limitante del crecimiento para la industria de la nutrición animal, aún es muy grande en el país. Tiene que crecer nuestro sector obviamente del auge de la producción. Hoy, el mercado de la industria de nutrición animal es de $ 96.887 millones. 5- ¿Ya asimiló la cadena la quita de las retenciones a los granos teniendo en cuenta que el maíz es la materia prima principal? Costó pero la industria lo pudo asimilar porque el maíz pasó de $1.500 a $3.000 por tonelada. Fundamentalmente le pegó duro a la lechería que venía más afectada. Al liberar el mercado tiene un efecto siempre positivo. Hubo una etapa de transición, las empresas no tienen buena rentabilidad, pero tarde o temprano se van ajustar. Ahora, hay excedentes de maíz lo que el precio tiró a la baja. Y otra cosa. Nadie vio que la producción de trigo se incrementó y esto influyó en la nutrición animal porque nos da otro insumo para abaratar nuestros costos. 6- ¿Cuáles son los principales desafíos del sector a corto y a mediano plazo para el sector? El desafío a corto plazo es que toda la cadena sea más eficiente. Hay que tratar de tener como objetivo un animal producido más eficiente y que esto lo sea para toda la cadena, no solo para el productor. La ciencia y la genética son pilares para buscar la eficiencia pero también se debe mejorar la conversión para que sea más rentable para toda la cadena. Otra preocupación para el mercado son las distorsiones que hay. Se debe cumplir con las regulaciones sanitarias e impositivas. Con la presión impositiva, la tentación es muy grande y los beneficios son pocos.