Edición, ¿el camino de la genética?
A través de edición génica se planea hacer mejoramiento vegetal en el futuro. Por esto, el debate ya comenzó.
En “El tiempo de los nativos sustentables” se están abriendo nuevos caminos. Uno de ellos está vinculado con los cambios en el mejoramiento genético vegetal, uno de los temas tratados en el vigésimo quinto Congreso de Aapresid, en Rosario. En torno a esta temática, está activo otro debate global: “Transgénesis versus edición génica”.
Como dos técnicas diferentes de modificación del germoplasma, la primera ya conocida y la otra en pleno estudio, este cambio de paradigma en el mejoramiento vegetal está generando importantes controversias. Así lo contó la bióloga Camila Petignat, fundadora de la firma NeoGram, durante su taller en “Edición génica, ¿qué podemos esperar de nuevo?
La empresa NeoGram se dedica a la biotecnología, en la cual se mejoran pasturas tropicales y subtropicales para realizar una ganadería más sustentable.
“Aun no está del todo claro, a nivel mundial, cómo se van a evaluar los cultivos y organismos que sean obtenidos a través de técnicas de edición génica”, arrancó la experta.
La edición génica, tal como indica el método, es una forma de mejoramiento en la que realiza una modificación en el ADN para activar o desactivar una determina función en un organismo. A diferencia de la transgénesis tradicional, en este caso, no se introduce un gen foráneo proveniente de otra especie que signifique, luego, ganar una nueva función.
De esta forma, explicó Petignat, quien participa en diferentes convenciones en el mundo para hablar de edición génica, el gran desafío actual de la comunidad científica es explicar que esta técnica no debe ser evaluada con las mismas normativas con la que son evaluados los cultivos transgénicos.
A nivel práctico, la especialista citó el caso de un híbrido de colza canola resistente a herbicidas, el cual se comercializa y fue desarrollado mediante técnicas de edición génica.
“La técnica tiene muchas ventajas a nivel experimental. Es simple de llevar a cabo, económica y rápida. Pero también corre con la ventaja de que es aceptada por los consumidores, quienes no la asemejan con cultivos geneticamente modificados”, afirmó Petignat. A esto agregó que el cultivar de colza se desarrolló con edición génica dos veces más rápido y con un eficacia 16 veces mayor, respecto a otra técnicas.
Al finalizar su taller, Petignat dialogó con Clarín Rural. Sostuvo que, “hay algo que es clave y que por eso la comunidad está intentando que estos cultivos no sean tomados como transgénicos y se relaciona a que los consumidores eligen cada vez menos alimentos que no provengan de cultivos transgénicos”.
Al respecto, un ejemplo claro de esto es lo que sucedió con la remolacha azucarera transgénica en países del Hemisferio Norte. Allí, la legislación obligaba a detallar, sobre la etiqueta del producto, si era obtenido a partir de organismos genéticamente modificados. Cuando esta leyenda comenzó a aparecer en ciertos productos, bajaron su demanda.
Volviendo a la técnica uno de los importantes interrogantes de la edición génica es descifrar el efecto colateral, considerando que este cambio se replica de manera indefinida en la descendencia de una especie.
“Aun resta mucho por investigar porque con edición se pueden hacer cambios definitorios dentro de una especie”, manifestó la experto.
Un desafío es que los cultivos “editados” no sean vistos como transgénicos La edición genética tiene una mejor aceptación de parte de los consumidores