La proteína animal, en la década que viene
Agroindustria. Esta semana Clarín Rural estuvo en San Pablo, Brasil, en el “Salón Internacional de Avicultura y Suinocultura” donde se detallaron los desafíos y oportunidades globales de estas dos cadenas de valor.
Se debe ajustar la profesionalización de los procesos de producción
SAN PABLO, BRASIL. ENVIADO ESPECIAL. Pablo Losada plosada@clarin.com La tendencia global está asegurada para los próximos diez años: la población seguirá creciendo a un ritmo sostenido por lo que se deberá producri más alimentos y de mayor calidad. Ahora bien, ¿cuáles son los principales desafíos y oportunidades de los productores de granos, carne y leche?
Brasil analizó durante toda la semana estos aspectos, que le interesan sobremanera, como productor líder de materias primas y también de productos con valor agregado. Hasta la ciudad de San Pablo llegó
Clarín Rural para participar del “Salón Internacional de Avicultura y Sui- nocultura” (SIAVS), una cita que organiza cada dos años la Asociación Brasilera de Proteína Animal (ABPA), la entidad que nuclea a las cadenas de valor del pollo y cerdo.
Para estar a tiro con lo que demanda el mundo y zanjar distancias con los grandes productores de pollo y cerdo globales, para Argentina es un buen paso inicial hacer propio los aprendizajes de ambas industrias brasileras y también ver con los propios ojos el futuro de estos agronegocios, luego de varias décadas en los que los vienen desarrollando. Todavía, Argentina está a tiempo de jugar en estas grandes ligas, mirando el año 2026.
Para entender cómo empieza a gravitar el mundo de estos agronegocios, la charla plenaria “Tendencias de producción de carne de pollo y cerdo” fue clarificadora.
James Sumner, presidente del Consejo Internacional de Pollo y Exportación de Huevos, afirmó que en diez años, “el consumo de esta carne será un 30 por ciento mayor que el actual y que la producción de aves aumentará por sobre cualquier otra proteína animal ya que es la más eficiente en convertir grano en carne”.
De esta forma, el ejecutivo planteó que en 2026 EE.UU .y Brasil serán los principales productores de pollo, aunque el país sudamericano ya lidera este mercado. Las oportunidades de negocios estarán centradas en China y la India.
Analizando estos aspectos, Sumner expuso un primer mensaje que puede llegar por elevación para Ar- gentina.
“Para mantener el liderazgo de estos mercados será definitorio mantener altas eficiencias productivas en las granjas y destacados parámetros de bioseguridad, más considerando el flagelo actual que representa a nivel mundial la influenza aviar”, sostuvo, a lo que agregó la importancia de mantener estrategias de negocios “diversificada” en destinos.
Por otra parte, en el caso de la producción porcina, según Daniel de Miguel de Santos, director internacional de Interporc, el consumo de esta carne también crecerá en diez años. En este caso, coincidió también en que el sudeste asiático, con China y Vietnam a la cabeza, serán las “estrellas” del consumo.
Según el directivo español, ahora, el gigante asiático está bajando sensiblemente sus niveles de autosuficiencia en carne porcina y este es un espacio mayor para la entrada fuerte EE.UU. y Brasil en ese mercado, teniendo en cuenta que el gigante está comprando menos carne de cerdo a Europa.
De Miguel de Santos, que viene de un país experimentado en la producción de cerdos, fue contundente: “Para la próxima década, Brasil tendrá una mejor posición en el ranking de exportadores (hoy es el cuarto mundial). Argentina y Uruguay son emergentes”.
Así, aportó un nuevo mensaje para la región: “Los factores claves ajustado al mundo que viene son la profesionalización de los procesos productivos, la búsqueda de un alto estatus sanitario, la reducción en el uso de antibióticos, la trazabilidad y un buen posicionamiento comercial”.
Sin embargo, los directivos de ambas entidades advirtieron sobre otros aspectos muy importantes que se demandarán al 2026, como el bienestar animal o el impacto ambiental y su preocupación por las medidas proteccionistas que adoptan muchos países para el comercio de proteína.
Por otra parte, otras ideas muy interesantes dejó “El panel de CEO’s: innovación, agregado de valor e internacionalización, como factores de competitividad”. De este charla plenaria participaron los representantes de las tres empresas productoras de proteína animal más importantes de Brasil: Aurora Alimentos, BRF y JBS.
Mario Lanznaster, presidente de la primera, que es una cooperativa que industrializa y comercializa carne de cerdo y pollo, contó el interés creciente de los productores cooperados en conocer qué pasa con la proteína que producen, luego que sale de su campo. Afirmó, en relación a la eficiencia productiva que va adquiriendo el gigante sudamericano, que “actualmente tenemos menos granjas en Brasil pero produciendo más”.
Por su parte, Alexandre Almeida, de BRF, destacó la importancia de una industria integrada dentro de un modelo de agronegocios “de granos a la mesa”. Al respecto, señaló que, “nada ocurre de un día para otro y los factores de competitividad se forman con mucho tiempo de desarrollo”.
Según Almeida, las tendencias del mercado con las que la compañía está “norteada” son la seguridad y sanidad alimentaria, el valor agregado y la segmentación y customización de la oferta.
Por su parte, Gilberto Tomasino, presidente global JBS, explicó sobre el trabajo que vienen haciendo para concientizar al consumidor, interno y externo, sobre la calidad de la proteína animal que producen y la forma eficiente con que lo hacen. “Actualmente, el desafío es el fortalecimiento de la marca, a través del entendimiento de las demandas del consumidor”, concluyó.
La SIAVS, además de las charlas plenarias y los talleres, tuvo un interesante salón comercial. Allí, empresas de genética, equipamiento y tecnología estaban acompasadas con el mensaje que surgía de los debates. Y el automatismo y la informática eran las herramientas conectoras.
En la feria había empresas que ofrecían desde el montaje de una granja “llave en mano”, hasta tecnologías para el monitoreo de todos los parámetros ambientales de la granja que se informaban por una “app” al teléfono celular, como también tratamiento individual de los cerdas cuando se hace crianzas colectivas en la gestación, todos aspectos alineados con el bienestar animal o la búsqueda de estándar sanitario superador.
En los agronegocios, las diferencias las hacen las ventajas competitivas y en el campo y las granjas, el manejo técnico. Argentina conoce de producción animal eficiente, solo hay que trasladar el conocimiento al pollo y el cerdo para dar el salto al 2026.