Agrarias de la UCA tiene nuevos laboratorios
La Facultad inauguró nueve áreas de investigación con la última tecnología para trabajar en varios temas clave.
Investigadores de esta facultad lograron fertilizar búfalos in vitro
La investigación es un pilar clave para cualquier tipo ingeniería y para lo agronómica y la de alimentos también es de suma importancia.
Esta semana, la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agrarias dio inauguró nuevos espacios para docencia e investigación que se encuentran en el edificio San José, en Buenos Aires. Estas áreas se destinarán al desarrollo tecnológico y la innovación en ingeniería, producción agropecuaria y alimentos.
Los laboratorios son los centro de estudios de transporte, biomecánica e ingeniería para la salud, bioenergía, biología molecular, producción vegetal, nutrición y alimentación animal, biotecnología y reproducción animal, ingeniería en alimentos y análisis sensorial.
Clarín Rural los recorrió y tuvo la oportunidad de dialogar con algunos de los investigadores vinculados a las ciencias agronómicas y en alimentos, quienes aprovecharon la oportunidad para contar en qué estaban trabajando.
Las autoridades de la facultad, así como los expertos, tenían un gran entusiasmo con la apertura de estos sitios de este sitio. Para ellos significa mejores instalaciones y tecnología para avanzar en diferentes investigaciones destacadas.
Una de ellas es la vinculada a la producción animal. Allí estaba la investigadora Marina Sansiñena quien, junto con gran equipo de especialistas, lograron la fertilización in vitro en búfalos, un trabajo que Clarín Rural ya había documentado porque se consiguió por primera vez en Argentina.
Asimismo explicó que lo mismo que hallaron con la búfala lo están trabajando en equinos. Otra gran desafío científico.
Por su parte, el área de ingeniería en alimentos y análisis sensorial habló sobre sus dos grandes avances. Se tratan de la producción de vino en polvo y, el más reciente, el de yogurt en polvo.
Los expertos de esta área comentaban que lo del vino en polvo se consiguió hace dos años, pero sigue dando tela para cortar. Ahora, buscarán comprobar científicamente si realmente las propiedades de esta bebida tienen un impacto positivo sobre la salud humana, como se cree.
Más allá de esto, consiguieron extraer el alcohol del vino y conservar las sustancias funcionales. Este es un gran paso para llegar con el producto a sitios del mundo donde no consumen bebidas alcohólicas, pero se interesan por sus propiedades antioxidantes. A la vez, este polvo se puede mezclar con otro producto con la mismas propiedades y crear “una super bebida”, señalan los investigadores. El secado del yogurt también es una gran innovación. El hallazgo tiene múltiples ventajas, entre ellas mantener vivos los lactobacilos, la bacterias benéficas del lácteo. También está pensado para llegar a sitios que no tienen la posibilidad de refrigerar, a la vez que se mejora el rendimiento porque 80 gramos de polvo de yogurt se diluyen en un litro de agua.
Por su parte, el área de Cereales y Oleaginosas sigue investigando intensamente sobre la calidad del grano y sus niveles de proteína. En este caso, están buscando asociaciones entre la fertilización, con fósforo y azufre, y la mejora del tenor de proteína en el grano, un tema de gran importancia para la industria.