La clave está en el factor humano
La clave del modelo de Adecoagro es el factor humano. Desde el origen, en 2002, Mariano Bosch lo destaca permanentemente, y no solo es cuestión de su palabra. Siempre que nos recibió lo hizo interactuando con su staff.
Y cada responsable de área lo hace con su propio equipo. En el tambo de Christophersen trabajan 150 personas, en 3 turnos de ocho horas, y cuentan con un servicio de transporte tercerizado que permite que la gente esté buena parte del día en sus hogares o en el pueblo. Esto implica otra ruptura frente a la tradición, lo que implica un gran desafío. Hay tareas que requieren un seguimiento estricto (por ejemplo, “sacar celo” e inseminar) y lograron profesionalizarlo exitosamente. Tanto, que llegaron a dominar el empleo de semen sexado de modo tal que ya lo están implementando no solo en vaquillonas, sino en buena parte del rodeo. Apuntan a un 70% de nacimientos de hembras. Es una tecnología de altísimo impacto para un proyecto de crecimiento, donde el requerimiento de nuevas vacas se hace exponencial.
No todo será crecimiento horizontal, que tampoco se frena en las 14.000 vacas proyectadas para el 2019. Y en la mira está la instalación de una planta de derivados lácteos de alto valor, acorde con las nuevas tendencias del mercado.