“La ganadería debe estar más integrada a la agricultura y la energía”
1- ¿Cuál es el diagnóstico del año ganadero? La primera etapa del año fue más positiva que la segunda, debido a que la relación compra-venta se ajustó a la baja con el correr del año. Es un claro comportamiento del negocio dado por la suba de la invernada y la baja del gordo que provoca que la relación no está siendo la mejor en el segundo semestre. Esperamos que eso cambie a partir del mes próximo. Además, la segunda mitad del año fue complicada por el clima porque fue necesario agregar kilos en los corrales para recuperar esa pérdida inicial dadas por las pérdidas de eficiencias que ocasionaron las lluvias.
2- ¿Qué expectivas tienen para el nuevo año, considerando que ya se refirió al 2018? Con la expectativa de la consolidación de las exportaciones ya que el sector necesita que el mercado externo esté más fuerte para que la rentabilidad se mantenga a lo largo del año. La producción de carne que sale de los corrales se sigue volcando en gran medida al mercado interno y está sobreabastecido. De esa forma, esperamos que se consolide el mercado norteamericano, que se aprueben los protocolos a China de carne enfriada con hueso, que se sigan abriendo mercado de alta calidad.
3- ¿Cómo está el nivel de participación del feedlot en la faena? Hace varios años que está estabilizado en un 64 por ciento el nivel de participación, un dato que surge a partir de los feedlots inscriptos en el Senasa. Este año no será la excepción. Estamos confiados en que esta participación puede seguir creciendo y hay registros que nos permiten suponerlo. Hasta inicios de diciembre, se encerraron casi 490.000 cabezas, lo que implica un incremento del dos por ciento, respecto al mismo período. Esto por un lado y, por otro, vemos que los índices de reposición en los corrales superaron la unidad, con lo cual por cada animal comercializado se repuso un 16 por ciento más.
4- ¿Qué opina sobre la avanzada del Gobierno en el control que está haciendo sobre la cadena de la carne? Pensamos que es la mejor manera de emparejar las reglas de juego para todos los productores ganaderos. Si de por medio hay comercio informal y competencia desleal, el ganadero o feedlotero pierde competitividad. También nos parece importante re- señar, pensando en al go más técnico, la búsqueda de una mejora de calidad del sistema de tipificación ya que, de esta manera, el productor puede optimizar la terminación de su producto y se pueda involucrar más. Esto va a provocar que se genere un derrame hacia atrás de la cadena e impacte la calidad genética. Son todas una serie de medidas que esperamos que se concreten ya que hacen al armado de una estructura básica de un país ganadero competitivo. La formalidad del negocio es una cuestión concreta y cercana, y la tipificación, es una herramienta del futuro.
5- Este año se lanzaron los mercados de futuro ganaderos. ¿Qué piensa sobre esta herramienta? Es una herramienta importante que falta que se conozca y difunda, pero es una ventaja que permite cubrirse en el valor de compra de la invernada y en el valor de venta del gordo, lo cual implica cerrar la brecha entre los extremos, que es lo que define este negocio. Para este año, por ejemplo, las coberturas fueron un gran herramienta ya que se registró una destacada brecha de precios en la segunda mitad del año y, además, la salida de los corrales fue más lenta.
6- ¿Cómo está el sector en materia tecnológica y en cuestiones de manejo de la hacienda? Estamos muy bien, a la altura de los países de punta en este negocio como lo son EE.UU. o Australia. Sin embargo, todavía tenes mucho por explorar. A largo plazo se necesita una mayor profesionalización de los procesos de manejo y un productor con un mayor adopción tecnológica. En materia tecnológica todavía hay herramientas que aun nos pueden seguir sorprendiendo. Desde el sector también consideramos la importancia de una mayor integración de la ganadería con la agricultura y también con las energías alternativas.