“20 años no es nada” y la CAF amplía su estrategia sectorial
Con Juan Eiras en su tercera presidencia, la Cámara intensifica el federalismo y renueva roles institucionales.
Tras dos décadas cumplidas a fines del año pasado, y ahora con Juan Eiras como nuevo presidente, la Cámara Argentina de Feedlot (CAF) está en pleno proceso de renovación de su perfil institucional.
“Estos 20 años fueron de lucha, en un escenario hostil, y estamos redoblando la apuesta con una redefinicón, a través de un plan estratégico que está en su etapa conclusiva. La mejora continua no se logrará si no reformulamos a nuestra entidad”, asume, desafiante, Eiras.
Luego de haber conducido la CAF entre 2006 y 2010, el directivo elegido este mes para un tercer período de dos años pone muchas fichas al federalismo, para ampliar la base de representatividad. A partir de ese fortalecimiento institucional, buscará fomentar la árticulación con otros actores, públicos y privados, para facilitar el desarrollo de la actividad y de los negocios.
En diálogo con Clarín Rural, Eiras destacó que en la nueva comisión directiva lo acompañan referentes de distintas regiones.
Y promete una presencia más intensa en el interior del país. Continuarán las visitas del staff técnico, como ya se realizan en términos de oficina móvil, y ahora se consolidará ese accionar´, también con algún directivo en la comitiva de gira.
En la nueva comisión directiva, el vicepresidente es Guillermo Del Barrio; el secretario, Roberto Guercetti , el proseecretario, Diego Ostrovsky; el tesorero, Santiago Doval; y el protesorero, Pablo Grahmann
Entre los vocales titulares y suplentes participan el el anterior presidente, José Luis Triviño (h), Pablo Latuf, Carlos Barrios Baron, Cristian Ormazabal y Oscar “Chochín” Ferrero.
En tanto, en la comisión fiscalizadora actúan Amilcar Vogel, Ezequiel Fornacieri, Alberto Romagnnoli, Martín Christiani y Miguel Lavaselli.
Una clara intención de Eiras es darle mayor participación a las nuevas generaciones. Por eso, eligió estar acompañado en la entrevista con Doval y Grahmann. Con ellos compartió la visión institucional sobre el momento que qtraviesa este sector”.
“En los últimos meses, junto a toda la cadena quedamos afectados por una sobrestimación de expectativas, entusiasmados por el horizonte claro y compartido de propiciar una ganadería abierta al mundo, conquistando mercados de alto valor”, dijo Doval.
Y Grahmann remarcó que consideran clave “fortalecer las reglas claras para la producción, de manera de saber con qué horizonte producimos. Esa es una de las inquietudes centrales de nuestros socios y buscamos respuestas para ello mediante mecanismos de consensos”.
Les preocupan diversas cuestiones impositivas, desde Ingresos Brutos provinciales hasta el impuesto a los sellos que pagan en cada compraventa y consideran “improcedente”. Consideran que son cuestiones a corregir, porque “representan trabas al desarrollo, con impacto sobre la competitividad”.
En relación a ello, advierten que hasta ahora no se sienten “plenamente identificados” con el marco administrativo-politico en el cual se desarolla el sector. Nos está costando plasmar el diálogo en hechos concretos”, afirmó Eiras, justificando de esa manera uno de los ejes de su gestión.
Con todo, al horizonte de mediano y largo plazo los engordadores a corral enrolados en la CAF -200 empresas asociadas, con una capacidad de encierre de un millón de cabezas y una producción anual de más de 2.000.000 de animales- lo ven auspicioso, con especial expectativa en las exportaciones.
Pretenden consolidar “mercados de alta calidad”, como la Cuota 481 europea y otros a los que aspiran llegar, con EE.UU., Japón y Corea, en la primera línea de objetivos.
Sin descuidar, en el camino virtuoso, al valorado consumo interno,que aún representael 80% de ventas.