Efecto dólar: momento de definiciones
La relación insumo-producto para la campaña 2018-2019 resulta ahora más favorable.
Hemos vivido una semana más en esta extraña campaña 17/18 que no deja de sorprendernos. Arrancamos allá por noviembre con inundaciones y grandes dudas respecto del área a sembrar por exceso de agua, luego vino una de las peores sequías del siglo en algunas regiones productivas.
El precio reaccionó positivamente y en consecuencia, aunque en muchas regiones no subió lo suficiente como para compensar la falta de rendimiento. Y así llegamos al miércoles 25 de abril, que recordaremos por años, en el cual el mundo observó cómo la tasa de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años alcanzó el “encandilante” valor del 3%, lo cual disparó una salida fuerte de dólares de mercados emergentes para colocarse en aquel activo, con el consecuente fortalecimiento del billete verde frente a las respectivas monedas locales. Nuestro querido país no fue la excepción y el dólar trepó hasta los niveles por todos conocidos.
Lo descripto se reflejó en la ventana del precio en pesos de la soja posición Mayo 18 (ver tabla).
Ahora bien: la reacción espontánea ante semejante catarata de cambios de variables suele ser la parálisis, y como empresarios no podemos permitirnos esa reacción por mucho tiempo. En este escenario, más que nunca la sugerencia es pragmatismo y acción pensando en capturar el resultado 17/18 y en la campaña 18/19, que ya aparece en el horizonte.
Y en este último sentido queremos recordar, en primer lugar, que la suba del dólar encarece las compras de insumos que ya empezamos a ejecutar para la campaña que comienza. Y por este motivo sugerimos “desempolvar” las olvidadas relaciones insumo/producto (ver gráfico). Nuestras empresas son máquinas que compran insumos de la campaña próxima con productos de la campaña anterior. En un escenario de suba del dólar como el que tenemos, cambiar productos por insumos suele ser una buena decisión.
Observen que todos los productos tienen relaciones favorables frente al promedio de los últimos nueve años. Esto es: necesito menos toneladas de producto para comprar una tonelada del insumo, y esto se da en particular con el trigo disponible.