El potencial social de la agroindustria
En la Semana de la Ingeniería se plantearon casos y propuestas con espíritu superador.
La tradicional Semana de la Ingeniería fue esta vez una inspiración para pensar desarrollos agroindustriales en la Argentina. Bajo el lema “Sumar capacidades para un mundo sustentable”, el evento organizado por el Centro Argentino de Ingenieros (CAI) congregó a “gente de acción, personas que presentan casos desde las experiencias”, como señaló Gustavo Grobocopatel, el ingeniero agrónomo que fue convocado para presidir el evento y coordinó los distintos paneles.
En sus palabras de bienvenida, Horacio Cristiani, presidente del CAI, aseguró que “con más de 120 años de historia, la entidad “es un espacio de debate -porque los ingenieros tenemos mucho para aportar- y esta vez se vinculó a las posibilidades y desafíos del sector agroindustrial con el desarrollo social y la sustentabilidad”. Luego Pablo Bereciartúa, (Secretario de Infraestructura y Política Hídrica de la Nación y vicepresidente del CAI) señaló: “La agroindustria es un tema central para nuestro país. La capacidad de producir alimentos es lo que ha hecho de la Argentina el país que es: la agroindustria es fundamental para el crecimiento”. Presentó dos miradas, una es el G20, con tres ejes fuertes: el futuro alimentario del país, la infraestructura sostenible y el futuro del trabajo. La Argentina es uno de los grandes países y debe demostrarlo, asumir ese rol. El segundo es la revolución del conocimiento en la que estamos, la importancia que tiene la inteligencia y en particular la Inteligencia Artificial, vitales para redifinir la relación con la naturaleza, cómo hacerla sustentable, competitiva e inclusiva”.
Desafiante de entrada, Grobocopatel planteó que “las organizaciones están cambiando, hoy son más porosas, antes los límites eran más claros dentro de las empresas o entidades como el Centro Argentino de Ingenieros: existen ecosistemas donde conviven grupos que hacen que las dinámicas de las entidades sean relevantes y no sean sólo un sello de goma”. Uno de los disertantes, Maximiliano Morrone (Director nacional de Promoción de Energías Renovables) retrucó el concepto. “Es muy importante que una entidad como el Centro Argentino de Ingenieros proponga este tipo de actividades: nos permite a los profesionales tener un punto de intercambio en pos del desarrollo del país”.
En el panel “Desafíos de la agroindustria en el nuevo milenio”, moderado por el Ing. Agr. Héctor Huergo (Director de Contenidos del Hub Rural del Grupo Clarín) el ecólogo Jorge Adámoli destacó la importancia del ordenamiento territorial y Fernando Vilella (Agronegocios, FAUBA) hizo hincapié en la agricultura peri-urbana. Guillermo Salvatierra (Frontec S.A.), avanzó sobre la agricultura digital de precisión, con el fin de medir, manejar y aprender en agro. Claudio Dunan (Grupo Bioceres) destacó que “en el nuevo paradigma económico, los bionegocios representan una oportunidad de desarrollo sustentable. Hay que generar menor dependencia de combustibles fósiles, mitigar el cambio climático, con mayor rentabilidad y diversificaciones de ingresos”.dijo. YAlejandro Repetto (NETI) relacionó los horizontes de la robótica y la inteligencia artificial en la agroindustria, con un ejemplo de aplicación en el control de malezas a partir de un desarrollo originado en la industria bélica. Luego de una ronda de preguntas de la audiencia, Huergo hilvanó las circunstancias expuestas por cada disertante y planteó el desafío posible de integrarlas.
En el panel sobre Infraestructura para el agro, moderado por Franco Mercuriali (periodista de TN), Rodolfo Aradas (especialista en planificación de infraestructura hídrica), señaló el “rol de los ambientes naturales, pero no por su belleza sino por la necesidad de que el agua siga su curso para beneficiar al medio ambiente”. José A. Barbero ubicó al “transporte como soporte del agro: los flujos, el desempeño logístico actual y sus problemas, y los retos por delante, en un país dividido logísticamente en 123 regiones”. Y Julio Gago (Gago Tonin S.A), expuso sobre caminos rurales como una asignatura pendiente.
En la segunda jornada hubo siete disertantes, con moderación de la Ing. Agr. Silvia Naishtat (editora de la sección Economía de Clarín). El antropólogo Agustín Noriega (Fundación Gran Chaco) marcó su postura. “El futuro está en el monte”, Luego, Magda Choque Vilca, organizadora del circuito turístico-gastronómico de La Quebrada, expuso acerca de las cualidades de los alimentos producidos en el Norte argentino por las comunidades locales y de los beneficios de una modificación de la cultura alimenticia. También con raigambre en el Norte, Luisa Weber (coordinadora del Proyecto Matriarca) contó el desarrollo de redes de valor en territorios con grandes desafíos: minorías étnicas que son una potente fuente de inspiración, dado que afrontan desafíos climáticos, de infraestructura y poblacionales.
A su turno. Eduardo Meichtry (presidente del Grupo Puerto Las Palmas) presentó las realizaciones de PLP Group en Chaco, que combina la producción de arroz con la piscicultura, en base a la rotación entre la cosecha y la cría de pacú.
El módulo Agroindustria y Desarrollo Social reunió a María Cristina Plencovich, Mariano Bosch (Cofundador y CEO de Adecoagro) y a Fabio Quetglas (máster en Gestión de Ciudades y Desarrollo Local). Plencovich repasó la estructura epistemológica compleja de los ingenieros agrónomos, Bosch detalló los pasos de su empresa en cuanto a la producción de alimentos, energía renovable, desarrollando un sistema sustentable y Quetglas avanzó sobre la sostenibilidad de las ciudades rurales. Destacó “la generación de bienes, la sostenibilidad fiscal, una relativa equidad, el pluralismo, la consensualidad y cuidado del medio ambiente”.
El cierre fue “optimista” con Cristiani y Grobocopatel junto al Ing. Agr. Cristian Feldkamp (CREA) y el Ing. Jorge Aguado (Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva del Ministerio de Ciencia).