Clarín - Rural

Un buen manejo, para crecer en rinde

Tres referentes en nutrición explican las claves para potenciar el rendimient­o de la soja, maíz y trigo.

- ROSARIO. ENVIADO ESPECIAL. Esteban Fuentes efuentes@clarin.com

El trigo, la soja como el maíz son los principale­s cultivos de la Argentina. Este año sumarían entre los tres casi 125 millones de toneladas (resta por cosechar todavía una importante área de soja y maíz).

Más allá de este escenario productivo positivo, tres expertos en fertilizac­ión dieron su aporte sobre el manejo nutriciona­l para potenciar la producción de cada cultivo durante el 14° del “Simposio Fertilidad”, organizada por Fertilizar Asociación Civil que se realizó en Rosario esta semana.

En primer lugar, Fernando Salvagiott­i, técnico del Inta Oliveros hizo referencia a cómo lograr rendimient­os máximos en soja.

En una soja de alto rendimient­o, que rinde arriba de 5.500 kilos por hectárea , se sitúa en la zona núcleo (norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y sudeste de Córdoba) donde generalmen­te no hay escasez de agua y de radiación. Por lo que en estos lugares la nutrición juega un rol fundamenta­l para mejorar la captura de todos los recursos, afirmó el técnico.

Es así que se han estudiado en el último tiempo cómo potenciar la oleaginosa y se dieron cuenta que el cultivo podría llegar a tener limitacion­es con nitrógeno. “Si bien viene con la fijación biológica, que es la fuente más importante (la más barata y sustentabl­e), hay limitantes de este nutriente para la soja de alto potencial”, señaló Salvagiott­i.

En este sentido, aclaró que no se puede aplicar fertilizan­te en la superficie porque inhibe la fijación biológica.

Por ello, propuso que hay que tratar de aportar fuentes nitrogenad­as como son los cultivos de servicio, fundamenta­lmente la vicia, o mejorar la fertilidad global del sistema.

En el caso del fósforo, la soja a máximos rendimient­os absorbe entre 25 y 28 kilos de fósforo por hectárea y transforma a grano 5 kilos por tonelada. “Es fundamenta­l que el lote no este limitado por fósforo de forma de que el cultivo exprese su máximo rinde”, aseguró.

Asimismo, el azufre promueve un aumento en la eficiencia de los otros nutrientes, “por lo que siempre es aconsejabl­e aplicarlo”, recomendó.

Por su parte, Gabriel Espósito, docente de la Facultad de Agronomía y Veterinari­a de la Universida­d Nacio

nal de Río Cuarto, disertó acerca de las diferencia­s en el manejo de los diferentes tipos de maíz para grano. Como primera aclaración explicó que contra lo que muchos productore­s creen la elección del tipo de ciclo depende de la previsión meteorológ­ica. “El maíz temprano es más rendidor en años con primaveras húmedas mientras que en situacione­s de primaveras adversas es convenient­e volcarse a los ciclos tardíos”, expresó.

La clave, según Espósito, está en no adoptar una receta única sino en tomar decisiones en función de la informació­n disponible. “El maíz tardío es una buena opción en situacione­s de déficit hídrico primaveral, aunque el techo de rendimient­o es más bajo que en siembras tempranas”, agregó.

Pero contra la creencia de muchos, el docente explicó que “es mentira que al maíz tardío haya que fertilizar­lo menos, siempre depende del suelo. Tampoco es cierto que se fertilice solo cuando llueve”, aclaró.

Por lo que en maíz, sin importar el ciclo, la respuesta a la fertilizac­ión existe siempre cuando el lote se encuentra por debajo de los umbrales.

En cuanto al azufre, indicó que es un nutriente que siempre tiene respuesta y que a la vez interaccio­na con el nitrógeno y potencia la respuesta a este último.

Y por otro lado, ya no es posible dejar afuera al zinc de la estrategia de fertilizac­ión del maíz, en manejos con nutrición balanceada que incluye zinc se registra hasta un 27% de aumento de rendimient­o.

“La fecha de siembra no cambia el manejo nutriciona­l del cultivo, sino que lo que si puede impactar es el agua disponible y la potenciali­dad del híbrido selecciona­do”, resumió.

“Hay que pensar en rendimient­o y calidad. Para esto necesitamo­s construir nitrógeno para cubrir las necesidade­s con los cimientos del fósforo, que prepara la estructura que después construye el nitrógeno, sumar azufre y tener en cuenta los otros nutrientes, como zinc, boro”, dio el puntapié inicial para trigo Fernando García, coordinado­r académico del “Simposio Fertilidad”.

Por tal razón, evaluó, se debe considerar el origen del nitrógeno como un factor clave teniendo en cuenta como fuentes al suelo, la mineraliza­ción de la materia orgánica y el cultivo antecesor, para luego calcular una dosis de fertilizan­te deficitari­a.

“Es necesario ponerse como objetivo por lo menos contar con 170 kilos de nitrógeno por hectárea para apuntar a un rinde alto”, argumentó.

Del mismo modo, el especialis­ta destacó las herramient­as disponible­s que tiene el productor para ser más eficiente en la nutrición del cereal. Primero, sostuvo, se debe poner énfasis en el diagnóstic­o con el análisis de suelo: tomar la muestra y realizar el análisis correspond­iente para interpreta­r las necesidade­s del suelo y del cultivo. “Solo se muestrea el 20% de los lotes y es muy importante porque da mucha informació­n como la probabilid­ad de respuesta a la fertilizac­ión. Y en el caso del nitrógeno, cuánto se debe aplicar”, explicó el coordinado­r del Simposio de Fertilidad.

El momento de la aplicación de los nutrientes también es muy importante a tener en cuenta, explicó. Así, tras hacer el análisis de suelo y conocer cuánto nitrógeno necesita el cereal, según el objetivo de rendimient­o

Desmientem que en el maíz tardío se tenga que fertilizar en menor cantidad

y proteína, destacó que en toda la región triguera argentina es seca en invierno por lo que propone adelantar la aplicación e ir complement­ando en el desarrollo del trigo según cómo va evoluciona­ndo.

En cambio, en el sudeste de Buenos Aires y Entre Ríos, que usualmente es más húmeda, a priori se puede dividir la aplicación un poco más.

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Maíz. El zinc es clave en la estrategia nutriciona­l.
 ??  ?? Soja. Los cultivos de servicio pueden aportarle nitrógeno.
Soja. Los cultivos de servicio pueden aportarle nitrógeno.
 ??  ?? Trigo. Con nitrógeno, se logra apuntalar rinde y calidad.
Trigo. Con nitrógeno, se logra apuntalar rinde y calidad.
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Espósito. Docente e investigad­or.
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García. Coordinado­r del Simposio
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Salvagiott­i. Técnico del INTA.

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