La maquinaria agrícola es cada vez más robotizada
La reacción más rápida de los sistemas para aplicar fertilizantes en los “fierros” logra una mejora en la precisión.
Los expertos Andrés Méndez, asesor privado y Juan Pablo Vélez de INTA Manfredi, explican que la tecnología de agricultura de precisión (AP) aplicada en el país está orientada a bajar los costos de producción.
En cuanto a la tecnología de AP disponibles en Argentina, afirman los expertos que nos encontramos utilizando en gran parte lo mismo que utilizan países desarrollados como EE.UU., Australia, Inglaterra o Alemania, entre otros. Pero en lo que respecta a robotización y automatismo de la maquinaria agrícola estamos por debajo en desarrollos de países como pueden ser Japón, Alemania, Inglaterra, Francia, Italia y algún otro país, como por ejemplo Chile, en algunas producciones.
El modelo elegido para la aplicación de la AP en nuestro país en un inicio fue copiado a EE.UU. y siempre se trató de adaptar la mejor opción propuesta por empresas, productores o investigadores de las universidades de aquel país. Algunos ejemplos de puntos para caracterización de ambientes de un campo, en el inicio de la agricultura de precisión fueron cuáles eran las herramientas que permitían lograr esa mejor caracterización a menor costo para los productores. De allí surgieron las comparativas entre el dato obtenido de monitores de rendimiento, cartas de suelo, imágenes satelitales, fotografías aéreas, rastras de conductividad eléctrica, radares de suelo, muestreos de suelos en grillas o dirigidos, entre otros.
La realidad fue indicando el camino a seguir; es decir, lo que era más práctico y económico para los productores. Si nos enfocamos en el tema fertilización en AP es interesante destacar que en principio la realización de fertilizaciones variables se realizaba con sembradoras, fertilizadoras con cuerpos para incorporar productos sólidos, fertilizadoras de productos sólidos al voleo o con bajada dirigida por aire, con fertilizantes líquidos inyectadas o por chorreado, entre otros, pero siempre tratando de aplicar variable mediante el uso de prescripciones dirigidas con GPS con previa caracterización de ambientes o mediante respuesta en tiempo real bajo la lectura de sensores como Green Seeker pasivos en el inicio y activos luego, donde se mantenían franjas patrón bien fertilizadas para ser comparadas con el resto del cultivo en el lote.
En la actualidad, el modelo existente es muy similar a lo descripto en el párrafo anterior en cuanto al concepto. Las mejoras se dieron en la mayoría de los casos por las experiencias de prácticamente 20 años que permitieron mejorar los análisis y equipamientos que brindan respuestas más rápidas al cambio y estabilización de dosis de fertilizante entre ambientes.
Los cambios de dosis muchas veces, entre que se detecta el ambiente y se logra aplicar lo prescripto (necesario para ese ambiente), demandaba varios segundos y esto causaba una dosis no deseada en ese sector del lote, dejando errores en aplicaciones que luego se expresaban en el rendimiento de los cultivos.Esta problemática se ha ido solucionando con el tiempo y hoy se trabaja con muy buenas precisiones.
La maquinaria a su vez es más específica y se ha logrado robotizar a niveles de controlar metro a metro la aplicación e inclusive a medidas sub métricas.
Argentina ha mejorado en estos equipos, pero Europa siempre avanza más rápido con componentes electrónicos conectados a dispositivos que miden y a su vez pueden cambiar las distribuciones por medio de cambios en la maquinaria en tiempo real.
En nuestro país, en pulverizadoras se han desarrollado y se están desarrollando equipos que logran conocer y trazar una aplicación que brinda seguridad a los usuarios.
En la fertilización nitrogenada de gramíneas todavía de discute si la aplicación se realiza en el momento oportuno o si se realiza cuando es más simple por logística, aunque no sea lo correcto desde el punto de vista agronómico. Esto seguramente se da por problemas en los tiempos de aplicación porque una máquina no puede hacer 1.000 ha en un día por ejemplo, o por el estado de desarrollo de los cultivos que no permite que la maquinaria ingrese sin dañar plantas en momentos avanzados del ciclo, entre otros factores.
Otro punto que siempre se pone en discusión, suelen ser los métodos de diagnóstico que muchas veces no ajustan a la realidad lo aplicado en el campo en fertilizantes. Son todas situaciones que con información diaria obtenida por diferentes métodos y aplicanda con equipamientos robotizados podría mejorarse.
La combinación de imágenes satelitales de varios satélites, más imágenes obtenidas desde un dron para tomarlo como muestra comparativa de ajuste a las imágenes satelitales, tomando datos de estaciones meteorológicas en ese lugar y ajustando a modelos de elevación de suelos, está logrando un ajuste casi perfecto en momentos tempranos de algunos cultivos como maíz y trigo.
En EE.UU. algunas empresas proveen imágenes satelitales prácticamente a diario y es como ver crecer a los cultivos, lo que permite detectar problemas de enfermedades o deficiencias de nutrientes muchos días antes que el ojo humano lo pueda observar. Este modelo empieza a tener gran cantidad de datos que hoy son pasibles de análisis con una lógica algo más simple, porque se ha logrado tener una continuidad en el tiempo de puntos de un mismo lugar.
Lo que colabora no solo a mejorar las aplicaciones de insumos, sino que también logra tener una trazabilidad de la producción primaria que será necesaria para poder lograr precios mayores en las cotizaciones de commodities en EE.UU.
Teniendo en cuenta como avanzan las herramientas y las posibilidades tecnológicas, es que se empieza a visualizar un futuro virtual interconectado y robotizado en la producción agrícola.
Con imágenes satelitales, ahora detectan patologías más rápido en el lote