En el lugar y en el momento correctos
Martín Díaz Zorita repasó las mejores metodologías para maximizar la captura de recursos.
“El desafío de incrementar la producción agrícola con un impacto ambiental mínimo requiere la continua búsqueda de maximización de la eficiencia en la captura de recursos, tanto la radiación fotosintéticamente activa, el agua, como el nitrógeno (N). Estos requisitos son incluidos en el concepto de intensificación ecológica y se ha observado que tal desafío puede lograrse al implementar en conjunto prácticas agrícolas”. Así lo afirmó el ingeniero agrónomo Martín Díaz Zorita en el comienzo de su disertación durante el Simposio de Fertilidad realizado esta semana. “En algunos casos, la decisión de fertilización representa casi un tercio de los costos directos de producción de los cultivos. La elaboración de recomendaciones de fertilización muestra una continua evolución desde el reconocimiento exploratorio de su contribución general hasta la integración en modelos complejos específicos”, detalló el técnico, cuyo objetivo fue analizar y discutir la factibilidad y consideraciones para el diseño de estrategias estandarizadas de manejo de la fertilización en el marco de sistemas productivos argentinos, e identificar algunos elementos de decisión al fertilizar.
“La implementación de los planteos de fertilización, independientemente de su escala de ejecución, cultivo o región, es el resultado de sucesivas decisiones que contemplan diversos niveles de conocimiento y aproximaciones cuantitativas y cualitativas -remarcó Díaz Zorita-. Uno de los planteos de estrategias de fertilización es el de reiterar la práctica más común en la región en la medida que los rendimientos no sean mayormente limitados mostrando pérdidas de producción. Esta aproximación, si bien en promedio puede ser equilibrada en los resultados económicos de los planteos productivos, captura moderadamente otras mejoras de manejo tales como la incorporación de genotipos mejorados o de ajustes en la estructura de los cultivos”.
La inclusión de los análisis de suelos y otra información relacionada con la producción conduce a estrategias mejoradas de manejo de la fertilización. Sin embargo, su implementación es aún poco empleada. “Además, la eficiencia media estimada de aprovechamiento de los aportes de P aplicados al aplicar bajo prácticas tradicionales de fertilización es inferior al 20% mientras que, en el caso del N, es próxima al 50%. Es por esto por lo que, luego de una adecuada cuantificación de la demanda y de la disponibilidad de cada nutriente, otro de los desafíos de mejora se centra en la estrategia de ejecución de la práctica”, afirmó el especialista.
Luego añadió que las necesidades de nutrientes son estimadas por diferentes aproximaciones tales como el rendimiento objetivo (o expectativa productiva), el retorno máximo por unidad de nutriente aplicada según curvas de respuesta a la fertilización y otros, incluyendo la interpretación de propiedades de suelos. “Del mismo modo, son diversos los parámetros y aproximaciones a considerar para predecir el crecimiento de los cultivos y de allí estimar la demanda de nutrientes. Es creciente la disponibilidad de servicios de sensores remotos para la predicción del rendimiento y el diagnóstico del estado nutricional de cultivos”, dijo Díaz Zorita.
Según indicó, los muestreos guiados por imágenes satelitales son una herramienta útil para el proceso de evaluación de la oferta de N o el estado de nutrición nitrogenada de las plantas.
“En la actualidad también se observa la incorporación de herramientas de inteligencia artificial para desarrollar modelos de decisión de prácticas agrícolas de precisión. Estas procuran interpretar integralmente información para la toma anticipada de decisiones tales como determinar la estructura del cultivo a implantar como la predicción de su productividad o la identificación de sectores representativos para la caracterización del ambiente productivo”, dijo Díaz Zorita.
“Los modelos aplicados en la agricultura moderna integran prácticas mejoradas de manejo de la fertilización y procuran establecer estrategias para el uso responsable de nutrientes, de modo tal de implementar fuente y dosis de fertilizantes en el lugar y en el momento correcto”, concluyó el especialista.