El maíz está listo para el despegue
Informe especial. En medio de una cosecha récord y el precio internacional en alza, el congreso anual del cultivo reflejó las expectativas de una cadena que se potencia, con nuevos destinos y fines diversos.
En el panel de apertura del congreso sobre el cultivo el foco estuvo en consolidar el despegue a nivel internacional.
Se ha avanzado bastante en los últimos años, pero falta mucho para hacer y las oportunidades que se avizoran en el horizonte alientan a seguir trabajando por el camino de la apuesta tecnológica, la conquista de nuevos mercados y la producción sustentable.
Esos criterios constituyeron el eje del acto de apertura del Congreso Maizar 2019, que protagonizaron Alberto Morelli, presidente de Maizar (la asociación de la cadena del maíz y del sorgo argentinos), Gustavo Idígoras (presidente coordinador del evento que se realizó este martes en Parque Norte) y Santiago del Solar Dorrego (jefe de gabinete de la secretaría de Agroindustria).
Morelli abrió el fuego destacando que “el gran desafío es lograr el despegue de la cadena de maíz, luego de dos campañas diferentes, una afectada por una gran sequía, y la que está concluyendo, en la se pudo expresar el potencial de rendimiento”.
Sobre el modo de lograrlo, lo primero que destacó el directivo es que “exportaciones e industrialización no son antítesis”, un enfoque que luego fue ratificado por Idígoras, al abogar por “un involucramiento pleno de toda la cadena, desde los insumos y las buenas prácticas hasta las articulaciones institucionales”.
Del Solar sugirió tener “una visión de 360 grados” y seguir apostando a la relación entre el sistema público y privado para buscar soluciones que permitan captar oportunidades.
Tras reconocer el trabajo del Gobierno en la apertura de mercados y el reposicionamiento del Senasa como organismo sanitario de referencia para certificar ante el mundo nuestra producción, Morelli enumeró varias de las asignaturas pendientes, desde la inestabilidad macroeconómica y la presión tributaria, particularmente por las retenciones, hasta la incertidumbre por la política de los biocombustibles, las restricciones infundadas para la aplicación de fitosanitarios y la demora en la sanción de una Ley de Semillas que proteja la propiedad intelectual.
Idígoras destacó la “participación de 1.800 inscriptos, lo cual refleja la expectativa por una perspectiva del mercado del maíz pocas veces vista, entre la producción récord de 48 millones de toneladas de granos con fines comerciales, la recuperación del protagonismo internacional –compitiendo con Brasil por el segundo lugar en el ranking global de exportadores-, la aplicación de tecnologías innovadoras y las posibilidades que se abren para agregar valor en bionergías y en la producción de proteínas animales”.
El representante del Gobierno remarcó la evolución de la producción maicera, de un 47% desde la campaña 2014/2015 hasta la actual.
También reconoció que así como “la eliminación de las retenciones en 2015 facilitó el proceso de desarrollo de la cadena maicera, la reinstauración en septiembre pasado no ayuda para nada. Pero no hubo otra alternativa”. Aseguró que tanto el presidente Macri como el secretario Etchevehere son conscientes de que “es un mal impuesto y que nació para morir en diciembre de 2020”..