Reconocimiento a los transportistas
Las trabas en más de 70 municipios a la libre circulación impedían el abastecimiento. Ahora la situación mejoró.
Los transportistas se transformaron en la última semana en poco menos que la corriente que hace funcionar cualquier aparato eléctrico. Con el plus de que no “alimentan”un objeto inanimado sino a millones de personas. En la Argentina, al iniciarse la cuarentena, cobraron una importancia que no llegó a la centralidad de los servicios de salud, por supuesto, pero insumió infinidad de reuniones, comunicados y resoluciones hasta encaminar la situación según las normativas que fundamentalmente emanaron desde el ministerio de Transporte,
El problema surgió cuando municipios del interior se abroquelaron y no dejaban pasar camiones, en una extralimitación de las disposiciones nacionales. Al menos 70 comunas de distintas provincias actuaron ilegalmente, sin contemplar que la distribución de alimentos fue exceptuada del aislamiento obligatorio.
La situación involucró a “camiones de carga de granos que ingresan a los acopios” de las distintas localidades “para llevar esa mercadería a puertos, plantas avícolas, tambos, feedlots, cerdos e industria alimenticia en general”, según destacaron entidades ligadas al comercio, la exportación, la producción de biocombustibles y la operatoria de puertos.
Y le pidieron al ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, que arbitre “los medios necesarios, junto con los gobernadores, para desalentar estas medidas municipales y ordenar el flujo de alimentos imprescindibles”.
De entrada, desde la Casa Rosada aseguraron que “no hay ninguna restricción de circulación para el transporte de alimentos” pero el ordenamiento resultó complicado, hasta la publicación en el Boletín Oficial, ayer, del certificado de circulación que permitirá la circulación en todas las localidades del país, firmado por el ministro Meoni.
Más allá del permiso, hizo falta garantizar las condiciones logísticas, porque durante el fin de semana largo muchos transportistas se sintieron desamparados en las rutas. “No nos dejan usar los baños públicos, se nos restringe el acceso a ciudades y pueblos . No podemos comprar alimentos ni realizar paradas de descanso, más allá de no contar con seguridad y la pérdida de tiempo que significa”, testimonió el transportista Diego Colonna, entre otros que manifestaron su malestar.
El jueves, se fue despejando más el panorama, con el compromiso del Gobierno, el gremio y las empresas de combustibles que poseen estaciones de servicio, quienes acordaron garantizaron una atención adecuada a estos trabajadores.
En ese contexto, un amplio arco de entidades de la agroindustria expresó un reconocimiento a los transportistas, por el servicio que ejercen en este momento tan especial.w