Las semillas se alistan para llegar a punto a la siembra
Las plantas de procesamiento cumplen un rol clave en la selección y el cuidado de la calidad.
Las semillas son el punto de partida de un complejo proceso virtuoso, y tienen la particularidad de ser un producto vivo que necesita ser tratado de manera particular, con cuidados especiales durante todo su ciclo productivo para llegar al consumidor con altos parámetros de calidad genética, física y fisiológica.
“Los parámetros de calidad de las semillas son forjados por su genética y por la conducción de los lotes de producción de semillas a campo, que deben atender condiciones de ambiente y manejo agronómico específicos de la industria”, explica Gustavo Munk, Director de Producción para Sudamérica de KWS Semillas. Y agrega: “Luego esa calidad debe ser sostenida durante todo el proceso de acondicionamiento y mantenida en el tiempo para formar parte del producto final que llega a nuestros clientes. Ahí es donde nuestras Plantas de Procesamiento juegan ese rol tan importante en sostener la calidad obtenida en el campo y proyectarla hasta la emergencia de las semillas”.
Según explica Munk, las plantas de procesamiento reciben las semillas de maíz en espigas con muy alto porcentaje de humedad y entregan semillas seleccionadas por calibres que son luego tratadas con alta precisión y terápicos de semillas para protegerlas de factores adversos durante la emergencia a campo. “Este largo proceso implica el paso por 12 a 14 maquinas diferentes, de la más alta tecnología internacional, que llevan adelante desde la selección electrónica y manual del producto recibido, el secado a temperaturas y tasas de secado controladas, la clasificación mecánica y electrónica por tamaño, ancho, largo, peso específico y color, hasta su posterior almacenaje en condiciones controladas de humedad y temperatura”, detalla.
Luego agrega que la particularidad de las plantas de procesamiento de la semillera es su diseño horizontal, algo que brinda un trato suave a las semillas durante el recorrido. Para pasar de una etapa del proceso a otra, el transporte de las semillas se hace con máquinas transportadoras especiales que evitan el estrés por impacto que sufren las semillas. “Este tratamiento suave evita lo que denominamos estrés por daño mecánico, que se produce al momento que la semilla impacta al culminar un trayecto producto de su velocidad en el transporte , ese daño es acumulativo y atenta contra la vida, los parámetros de calidad y la longevidad de las semillas. Los beneficios de un producto de alta calidad son claros y valorados por los productores agropecuarios, las semillas de alta calidad permiten un mejor resultado económico de la actividad”, concluye.