Fibra: las claves para su procesamiento
Procesar el heno requiere tiempo, energía y mano de obra. Asignar bien la tarea aumenta la eficiencia.
La intensificación ganadera de los últimos años fue vertiginosa. De la suplementación estratégica (pastoreo más concentrado a campo o corral) hubo un viraje rápido hacia sistemas de confinamiento parcial o total en los que la dieta totalmente mezclada (TMR) es fundamental y estratégica. Como parte de ella, el animal recibe una amplia variedad de alimentos, que incluye al heno, la proteína, los concentrados y los subproductos de la industria alimenticia.
En esta evolución, los productores lecheros sofisticaron sus decisiones, sus máquinas agrícolas, la tecnología aplicada y sus instalaciones. Pero con todos estos avances también sobrevinieron los interrogantes y los dilemas productivos. Uno de ellos, es: ¿Dónde procesar el forraje henificado que ahora se incluye en la ración TMR?”.
Marcos Formica, gerente de investigación y desarrollo de Mainero, la firma de Bell Ville, en Córdoba, especializada en maquinaria de cosecha, almacenamiento, henificación, silaje y preparación y distribución, respondió a este interrogante y directriz de muchos sistemas ganaderos.
o hizo sopesando pro y contra, ventajas y desventajas. “Procesar el heno es una tarea muy demandante, en tiempo, energía y mano de obra. Entonces debemos elegir a qué herramienta se la asignamos: si se hará durante la confección del rollo o con el mixer durante el procesamiento de la mezcla”, se pregunta.
En este sentido, deja en claro el primer aspecto clave: el abordaje de esta decisión debe ser integral porque ello condicionará la elección del resto de los equipos que harán las demás labores ganaderas.
Eligiendo la decisión de procesar durante la henificación, el directivo dice que hay dos opciones: las rotoenfardadoras y megaenfardadoras con “cutter”, que son las únicas que pueden picar el pasto entre la recolección de la andana y la cámara de compactación. “Con esta decisión ganamos tiempo y energía, principalmente, que no pierde luego el mixer que solo se encargará de mezclar y distribuir. También hay menos restricciones al momento de que el mixer procese ya que cualquiera con cuchillas puede mezclar un rollo previamente picado”, dijo.
Por su parte, cita que entre las desventajas está la mayor pérdida de hojas durante la confección, también la caída de la capacidad operativa y de potencia (por el picado) de la rotoenfardadora y que la única opción, en este caso, es el atado por medio de red, que representa mayor costo.
Cambiando el foco, Formica ahora analiza la posibilidad de picar la fibra en el mixer. “Si el productor se inclina por esto, acota la tarea de la máquina, por un lado, y se restringe a elegir mixers de procesamiento vertical, o algunos horizontales, porque solo este segmento puede procesar rollos prismáticos enteros”, introduce, entre las desventajas.
Asimismo, dijo que con los verticales también se pierde la calidad de mezclado y picado de los mixers horizontales, los cuales requieren de mayor mantenimiento que los primeros.
Por su parte, entre las ventajas de esta decisión versan el menor requerimiento de potencia para procesar la fibra que tienen los mixers -versus las rotoenfardadoras-, pero que es alta de energía porque demandará más tiempo en picar el rollo.