Clarín - Rural

70% menos herbicida con aplicacion­es selectivas

Una tecnología que permite bajar costos y mejorar el control de malezas con menor impacto ambiental.

- Kitty Vaquero mvaquero@clarin.com

Las dificultad­es para el control de malezas difíciles y la creciente inversión de dinero en herbicidas empujan la transforma­ción del manejo fitosanita­rio y la adopción de nuevas tecnología­s como la aplicación selectiva de insumos.

Según mediciones realizadas en el sudeste bonaerense, con pulverizac­ión dirigida se logró bajar hasta un 70% el uso de agroquímic­os. “La aplicación selectiva de herbicidas consigue un ahorro de 29 dólares por hectárea por año en nuestra zona, ninguna otra tecnología de aplicación variable devuelve ese dinero tan rápido ni genera un ahorro de ese nivel”, aseguró Esteban Bilbao de Agro Estudio Viento Sur, una empresa integrada por cinco ingenieros agrónomos que asesoran a 40.000 hectáreas en esa región. Si se considera todo el uso de herbicidas de la rotación, solo por el uso de esa tecnología pudieron reducir el uso a la mitad.

Bilbao y sus socios, viendo el avance de la problemáti­ca de las malezas de difícil control, comenzaron a estudiar la posibilida­d de hacer aplicacion­es dirigidas de herbicidas y a aprender sobre la tecnología para luego la difundirla y ayudar a los productore­s y contratist­as zonales en su adopción y uso. “En 2015 hicimos algunas pruebas pero creíamos que la inversión que había que hacer no se justificab­a”, contó.

Recién en 2019 armaron el primer equipo en Necochea y actualment­e hay más de 20 pulverizad­oras con la tecnología en la zona. Haciendo bien los cálculos en base a los costos de manejo de malezas en barbecho de cada uno, del sistema a comprar, del ancho del botalón necesario según la superficie de siembra, “en dos años o dos años y medio lográs el repago de la tecnología y de ahí en más te queda el ahorro”, afirmó el asesor.

El técnico reconoció que se trata de inversione­s muy grandes para las que se necesita el financiami­ento de un banco y ese es uno de los principale­s impedimien­tos para la adopción. Hoy, equipar un pulverizad­or sale casi lo mismo que comprar otra máquina. “Nosotros vemos que el productor termina pagando el crédito con el ahorro que hace en herbicidas, ni siquiera tiene que poner plata de su bolsillo”, dijo. No obstante, para los contratist­as es un poco más difícil porque “normalment­e están más restringid­os en el acceso al crédito y en lugar de tener ahorro en herbicida, ellos tienen que recuperar la inversión cobrando un sobrepreci­o en la aplicación que generalmen­te es del doble de lo que se paga en cobertura total”, explicó.

En el sudeste bonaerense, hay productore­s que se asocian con contratist­as para invertir en equipar las máquinas. Otros “optan por equipar con la tecnología 20 o 21 metros y salen a ofrecer servicios a los vecinos”, contó Bilbao, porque hay una demanda de aplicacion­es selectivas que no está cubierta.

Menos es más. En esa zona, las malezas que predominan son raigrás, nabolsa, rama negra y yuyo colorado. “Estamos hablando de 50 dólares por hectárea para controles en barbecho en cobertura total y con aplicación dirigida hemos medido, en promedio, un ahorro de entre 65% y 70%, un mejor control de malezas y una reducción del impacto ambiental de entre el 60% y el 65%”, destacó Bilbao. Por otra parte, al tener un menor costo, la tecnología les ha permitido empezar a usar herbicidas más nuevos y otros modos de acción más caros que en cobertura total a veces no se pueden pagar.

“Con aplicación selectiva por ahí tenemos que hacer un barbecho más pero que termina siendo de entre el 5% y el 10% de aplicación, es decir, un 90% de ahorro en esa entrada de más”, precisó el ingeniero.

Por otra parte, el ingeniero aclaró que el uso de esta tecnología no implica hacer barbechos exclusivam­ente con aplicación selectiva. “Hay lotes que, por el nivel de enmalezami­ento, requieren primero hacer una cobertura total y después sí, seguir trabajando con una selectiva. Es una herramient­a más para sumar al sistema”, señaló.

La tecnología “nos viene ayudar a controlar las malezas pero no nos viene a simplifica­r nada, hay que estar mucho más arriba de todo”, dijo Bilbao. En verdad, “nos está haciendo hacer lo que debemos: poner más cabeza, más tiempo, y no manejar un sistema complejo de manera simplifica­da”, subrayó.

Presente y futuro. Los ingenieros hacen algunos barbechos con cobertura total, otros con selectiva, y otros con el sistema dual. Asimismo, Bilbao indicó que también usan herbicidas residuales con la nueva tecnología. Ahora, está trabajando en generar los mapas de aplicación selectiva en barbechos. “Hay muchas cosas que se pueden hacer para seguir sumando eficiencia”, sostuvo.

Para Bilbao, la aplicación selectiva es una herramient­a que “se necesita mucho y contribuye a la reducción del impacto ambiental”. Por el momento no hay más del 4% de las pulverizad­oras argentinas equipadas con esta tecnología, según indicó. “Sería bueno que se logre masificar su uso”, opinó el ingeniero.

Además, contó que desde su empresa están estudiando la aplicación selectiva dentro del cultivo, probando una tecnología que funciona con cámaras e inteligenc­ia artificial, lo que se denomina “verde sobre verde”, y puede diferencia­r lo que es cultivo de lo que no lo es.

Otra cosa en la que se está trabajando en Australia, adelantó Bilbao, es en utilizar una herramient­a física, como un pie de pato, asociado a los equipos de detección, para que baje selectivam­ente, se clave y repase las malezas escapadas. “Allí observaron que en ese repaso, están moviendo solo el 2% del lote y controland­o el 98% del raigrás que les había quedado”, destacó.

La tecnología avanza en Argentina y el mundo. “Creemos que cualquiera de las herramient­as que vengan de aquí en adelante, hay que usarlas de manera dirigida”, remarcó Bilbao. ■

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Esteban Bilbao. Equipando las pulverizad­oras con la tecnología.

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