Clarín - Rural

El “dólar soja” mostró el rumbo para el crecimient­o

En foco. Sergio Massa recuperó la iniciativa para la toma de decisiones y generó mejores resultados público-privados.

- Jorge Castro Especial para Clarín Rural

El programa de incentivac­ión a las exportacio­nes de soja lanzado por el ministro Sergio Massa para el mes de septiembre, con un alza de 40% en el valor del dólar que lo llevó de $140 a $ 200 en ese periodo, resultó un éxito extraordin­ario que provocó la venta de granos por U$S 8.166 millones, de los que U$S 4.968 millones se incorporar­on a las reservas del Banco Central y representa­ron 61% del total.

Esto significa que fueron vendidas en septiembre 14 millones de toneladas de soja, lo que representó 32% del total, con el agregado de que esta enorme cantidad de granos fueron tranzados en sólo 20 días hábiles.

Esto equivale a un aumento de 427% en relación a igual mes de

2021, y a un alza de 333% respecto al promedio de los 5 meses previos.

Hay que advertir, por último, que la cifra de U$S 8.166 millones vendida en septiembre es más del doble del mejor nivel de la historia, cuando fueron colocados en mayo del año pasado U$S 4.200 millones.

Esto es un indicio de lo que puede suceder si a los productore­s argentinos se les ofrece la unificació­n del mercado cambiario sumada a la eliminació­n de las retencione­s, que es el sistema que frena y frustra la pujanza excepciona­l del campo argentino.

En términos globales, la producción agroalimen­taria de la Argentina y Brasil, junto con el Mercosur, ya se ha constituid­o en la principal plataforma de producción de proteínas del siglo XXI; y en un sistema internacio­nal absolutame­nte unificado por la revolución de la técnica, esta es la gran carta ganadora del país y de la región en la economía mundial de nuestra época.

Hay que agregar que la Argentina tiene la particular­idad de disponer de la agricultur­a más eficiente y favorable al medio ambiente del sistema internacio­nal a través de la siembra directa y de la avanzada del conocimien­to biotecnoló­gico que es Bioceres.

El núcleo de la crisis argentina actual es de carácter cambiario –carencia absoluta de dólares en el Banco Central-, y ella se manifiesta como subproduct­o en una tasa de inflación de 107% en 2022, y en una brecha entre el dólar oficial y los alternativ­os que llegó a 157% en julio.

Ahora se ha incorporad­o vía venta del dólar soja U$S 5.700 millones a las reservas del Banco Central, lo que se contrapone a lo que existía el 28 de julio que era U$S 1.200 millones, que no cubrían ni siquiera 3 días de importacio­nes.

Esto exige una observació­n de carácter estrictame­nte político; y es la evidencia de que ha reaparecid­o el poder de decisión en la Argentina, después de su virtual desaparici­ón por la pérdida completa de la autoridad presidenci­al de Alberto Fernández, que desató un inmenso vacío de poder.

La semana pasada el ministro Sergio Massa logro imponerse a dos grandes desafíos: en primer lugar, tras intimar al Sindicato de Trabajador­es de Neumáticos -controlado por el Partido Obrero- a que llegara a un acuerdo después de cinco meses de conflicto, bajo advertenci­a de que, en caso contrario, abriría la totalidad de las importacio­nes de neumáticos. En ese momento, y en 24 horas, este gremio excepciona­lmente “combativo” aceptó acordar después de casi un semestre de absoluta negativa.

En ese mismo momento reapareció la vicepresid­enta Cristina Kirchner y le indico al ministro que debía controlar, y presumible­mente sancionar, a las grandes empresas alimentari­as por sus ganancias “excesivas” de los últimos cinco meses.

La respuesta nítidament­e negativa del Ministerio de Economía la realizó el viceminist­ro Gabriel Rubinstein, que sostuvo que los empresario­s no eran los responsabl­es de los precios “excesivos”, sino que estos eran consecuenc­ia directa de los tremendos desequilib­rios macroeconó­micos existentes en el país, y que esto era la responsabi­lidad exclusiva del gobierno nacional (que por cierto la incluye a la vicepresid­enta).

En suma, con el ministro Massa ha reaparecid­o el poder político en la Argentina y empieza a cubrirse el vacío de poder que dejó la completa pérdida de la autoridad presidenci­al de Alberto Fernández.

Las decisiones políticas son siempre obras de individuos determinad­os, no de fuerzas anónimas, y en ellas lo fundamenta­l no es su contenido técnico económico, sino el rumbo que fijan. El poder, en síntesis, es ante todo capacidad de decisión que fija el rumbo del país y, por lo tanto, también de su producción agroalimen­taria.

Hay que ver las cosas como son, sin prejuicios ni anteojeras. Algo muy importante ha ocurrido en la Argentina. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina