“Cristina Kirchner no nos entiende”, criticó el campo
Cinco voces ruralistas cuestionaron “la visión equivocada” de la vicepresidenta en su discurso, el 25 de Mayo.
¿Qué impide que la Argentina produzca bienes o servicios diferentes a lo que surgen del campo? Esa parece ser una pregunta clave, pero que se formula poco en un país “embobado” por lo que diga la responsable política de 20 años de decadencia y pobreza creciente.
Esa responsabilidad sobre los resultados va incluso más allá de haber sido condenada -con pruebas que algunos discuten pero nadie puede desmentir- por haberse quedado con millonarios recursos que podrían haber generado empleo (ver páginas 3 y 6) y dignidad a muchos compatriotas que no tienen las necesidades básicas satisfechas y otros tanto que sufren para llegar a fin de mes.
Otras preguntas posibles: ¿Por qué se le echa la culpa de la crisis económica a una única actividad que, como quedó demostrado en el último año más que nunca, es la que impidió una catástrofe mayor?
En ese contexto tan confuso, que prioriza la celebración de dos décadas de “progresismo miserable” –el juego de palabras ironiza sobre la falacia ideológica y la evolución decadente de la calidad de vida en la Argentina- sobre la auténtica liberación fundacional de esta nación, se castiga al campo como el culpable.
¿Cuál es el argumento?. ¿Qué la tierra es del pueblo y se la apropió una oligarquía?. Debería saber, ella y la gente que la avala, que la reforma agraria en la Argentina se fue haciendo con las herencias, y muy pocos gringos que domaron los suelos pudieron dejarle un “futuro” a sus herederos. Resultaron menos “eficientes” que alguna “abogada exitosa” que le dio, por lo menos, 3 millones de dólares a su hija.
Tras el discurso de Cristina Kirchner, este jueves, en Plaza de Mayo, en el que lamentó que la Argentina sea un país “tan agrodependiente” y consideró que “no se va a superar la crisis económica con commodities”, distintas voces ruralistas replicaron que tiene una “visión equivocada sobre la agroindustria”.
Al presidente de Federación Agraria, Carlos Achetoni, no le sorprendieron las declaraciones, “porque hace tiempo expone su desconocimiento del sector productivo, está desconectada de la realidad de los pequeños productores que alguna dijo querer defender”.
El titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, subrayó que Cristina Kirchner tiene “una visión sesgada y equivocada sobre el campo”. Y consideró que “no puede aceptar su rol fundamental en el desarrollo del país”.
El titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, criticó la “ideología anticampo” de la jefa del oficialismo y la acusó de “atacar al sector más dinámico de la economía”.
El líder de Coninagro, Elbio Laucirica, lamentó la falta de referencias a los problemas económicos que afectan a toda la sociedad, como la inflación, la brecha y el atraso cambiario. Laucirica pidió políticas que brinden previsibilidad y reglas claras para mejorar la situación y el bienestar de todos los argentinos.
En tanto, Alfredo De Angeli, el ruralista símbolo del conflicto del kirchnerismo con el campo en 2008, y actual senador nacional (Juntos por el Cambio- Entre Ríos) advirtió que los dichós de Cristina Kirchner 15 después “es más de lo mismo”. Y remarcó: “Cuando se fue en el 2015 dejó un país destruido”.
El dirigente entrerriano afirmó que “hace como si no fuera parte de este gobierno, profundiza todo el tiempo la grieta. Nos dejó un país divido, destruido económica y culturalmente. Es más de lo mismo”.
Chemes señaló que el campo contribuye con el 70% de las materias primas e ingresos al país, y que existe una falta de conciencia sobre esta realidad. También mencionó que el mensaje de la vicepresidenta parece destinado a reafirmar su posición dentro de La Cámpora, un sector político que parece no reconocer el valor agregado que el campo puede ofrecer.
Pino recordó que durante las dos gestiones de Fernández de Kirchner como presidenta no se supo cuál era el rumbo del sector y se implementaron políticas perjudiciales. Además, señaló la falta de preocupación de la vicepresidenta por los productores y eslabones comerciales que están sufriendo las consecuencias de la sequía. Pino reprochó que los impuestos de los productores se destinen a eventos partidarios en lugar de solucionar los problemas del sector.
Así, el campo reclamó un reconocimiento asu aporte y a su potencial para impulsar un crecimiento equitativo y sostenible en Argentina. No se resigna al relato falaz y alza su voz en medio de la encrucijada electoral en la que se juega el presente angustiante y el nublado porvenir de casi 50 millones de personas. ■
¿Por qué no generan bienes y servicios en vez de criticar los que produce el campo?