Alerta por el trigo en la zona núcleo
La mitad del cultivo está mal o regular y rendiría 5 qq/ha. Hay lotes perdidos que ya fueron a pastoreo.
Las esperanzas de la llegada de El Niño con lluvias por arriba de lo normal que permitirían el buen desarrollo de los cultivos en 2023 se fueron diluyendo con el transcurso de los meses. Del millón de hectáreas sembradas con trigo en la región núcleo, 400.000 ya están en condiciones regulares y 100.000 en mal estado, y el agua no llega, mientras el cereal atraviesa los momentos clave en la determinación del rendimiento. En algunos casos, la situación es irreversible y los productores han optado por destinar los lotes al pastoreo del ganado. “En las áreas más afectadas estiman rindes de 5 a 15 quintales por hectárea. Y en las más beneficiadas por lluvias, alertan una caída brusca de potencial: sin napas ni reservas, el cultivo depende solo de nuevas lluvias”, contó Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Sin embargo, los pronósticos para los próximos días no son alentadores. Por eso, desde la entidad estiman "pérdidas masivas en trigo por falta de agua" en la región. De todas maneras, “la transición estacional recién empieza y las lluvias de estos primeros días del mes fueron lo suficientemente generalizadas (aunque de escaso milimetraje) como para intuir la posibilidad de un cambio en el mediano plazo”, dijo el consultor de la BCR, Alfredo Elorriaga.
En este escenario de déficit hídrico, la superficie de trigo en mal estado en la región creció un 7% en una semana, precisamente cuando las plantas están desplegando la hoja bandera y comenzando el llenado de los granos, etapas críticas en la definición del rendimiento, y en las que cada día sin agua ajusta la producción final hacia abajo.
De acuerdo con el relevamiento de la BCR, el centro sur de Santa Fe presenta la mayor cantidad de lotes en mala condición. “En Carlos Pellegrini ya se dio por perdido el 10% de los lotes, los productores que cuentan con animales en sus establecimientos lo están usando como forraje”, contaron los informantes de la entidad rosarina. En el resto de la zona hay una drástica reducción de las varas florales y una lenta formación de granos, por lo cual, ya calculan rindes bajísimos, de 5 a 20 quintales por hectárea.
El daño de la sequía también se ve en Marcos Juárez, donde el trigo sufre un importante deterioro. No obstante, ahí los rindes estimados oscilan entre los 15 y los 40 quintales por hectárea. Mientras que en Pergamino el rango varía entre 25 a 50 quintales por hectárea.
El escenario es crítico para todos los cultivos de invierno en la región núcleo. Los productores no dejan de mirar los pronósticos meteorológicos, rogando que de una vez por todas llegue el Niño, para llegar a una cosecha aceptable en diciembre y poder sembrar el maíz y la soja. ■