Soja: en la lona pero vuelve
Quedan pocos granos para aportar divisas, el precio en Chicago baja pero ya se proyectan 50 millones de toneladas.
El protagonista de la semana es el dólar. Pero, según como se mire la economía argentina (incluyendo lo productivo y también lo financiero) el rol clave puede adjudicársele a la soja. Porque lo que sucede detrás de la fiebre cambiaria en la City es que, debido a una cosecha afectada por la sequía y las sucesivas aspiradoras de divisas -leáse “dólar soja”- en plena incertidumbre preelectoral “se acaban los porotos”.
Justo cuando bajaron las ventas de la oleaginosa a menos del 10% que la semana anterior, el martes el Banco Central interrumpió una serie de 35 jornadas consecutivas como comprador de dólares, para recuperar reservas, y empezó a vender para contener la escalada de todas las cotizaciones libres de la moneda norteamericana respecto del peso argentino.
El descalabro está en el podio de noticias aunque los argentinos parecemos “curados de espanto” sobre la devaluación y más nos sorprende el cóctel de corrupción, farándula y lujuria del caso Insaurralde.
Pero volvamos a la estructura macroeconómica. Del trabajo de la cadena sojera, quedan menos de 4 millones de toneladas. Es lo mismo que se liquidó en septiembre pasado y una cuarta parte de lo declarado en ventas externas ese mes del año pasado.
Se termina “el yuyo” y cruje toda la estantería, en un contexto de incertidumbre electoral pero en el que todo el país cree que, tarde o temprano, se profundizará la devaluación..
Con la nueva martingala, el precio que se paga en Rosario subió de los $120.000 que promedió la soja en agosto a los $150.000 de septiembre y los $170.000 actuales. Hubo algunos negocios a $180.000 US$/tn.
Con todo, son muy pocos los que se desprenden del grano que “vale oro”; al menos su precio es más “estable” que los billetes con nuestros próceres o ejemplares de fauna típica.
Encima, los operadores internacionales ven que la oferta de soja brasileña es firme y están revirtiendo la tendencia. Lejos de los 600 dólares, récord en pandemia, en Chicago la tonelada cerró este viernes en 465 US$/tn.
Es una “tormenta perfecta”, aunque la metáfora suene inoportuna en medio de lluvias que no llegan a pleno. Pero, justamente, en contradicción sólo aparente, con el agua que traerá El Niño saldrá el sol productivo para 17 millones de hectáreas que ya se empiezan a sembrar y volverán a ofrecer una cosecha en el orden de 50 millones de toneladas. Para ese entonces, en el otoño, seguramente los argentinos seguiremos en el purgatorio económico, pero la soja ya estará dando señales de respiro... ■