En tardía, estabilidad, versatilidad y sanidad
En siembras atrasadas de maíz son clave los híbridos fuertes frente al clima, enfermedades, malezas y plagas.
La campaña de maíz 2023/24 comenzó con incertidumbre. Nuevamente, una gran superficie se implantará con retraso. La más tradicional fecha de siembra del cultivo en la zona central del país, la de primera, cuyo potencial de rendimiento era referencial para el resto de las zonas maiceras, viene atravesando los ciclos más difíciles de los últimos años.
Una serie de sequías consecutivas, consecuencia de La Niña, cambiaron el calendario de las campañas 2020, 2021 y 2022. Todo hacía suponer que el contexto se revertiría a partir de 2023, con la llegada del evento El Niño, pero el clima aún se mantiene errático, con una falta de lluvias generalizadas, temperaturas medias de primavera más bajas en el inicio de la estación y registros de heladas tardías.
Al momento, de acuerdo con el seguimiento de cultivos que hacen diferentes entidades, el área maicera nacional avanzó por debajo del 25 por ciento.
Así, en la búsqueda de mayores certidumbres productivas, será una nueva campaña dominada por las fechas tardías de maíz, mientras se espera una sostenida recomposición del régimen de precipitaciones próximamente.
En este sentido, el maíz sembrado de manera atrasada sigue planteando desafíos agronómicos, pero muchos menos que antes desde la óptica de la genética y agronomía de KWS, adaptada a manejos y ambientes específicos, que asegura los rendimientos.
Híbridos. Al respecto, desde el área de marketing de la compañía, sostienen que la propuesta genética y agronómica para siembras tardías creció dentro del portafolio de KWS gracias a los recientes lanzamientos del ciclo 2023/24: KWS 16-607 VIP3 y KWS 16-959 VIP3, híbridos que aportaron potencial con sanidad y estabilidad con sanidad, respectivamente, para la región productiva norte.
Según Álvaro Moreno, gerente de Marketing para Argentina y Uruguay de la empresa, una de las propuestas sólidas que aportaron estos dos nuevos híbridos para el norte, junto con KWS 19-120 VIP3, lanzado en 2022, es la posibilidad de armar un equipo que ofrece características agronómicas complementarias para ambientes de alta presión sanitaria y menores potenciales de rendimiento.
Asimismo, según quedó demostrado en los ensayos, KWS 19-120 VIP3 aporta su aptitud silera para aquellos planteos productivos que también busquen más rendimiento de leche y carne.
"Este equipo de tres materiales, tienen como rasgo distintivo la sanidad en ambientes donde progresan enfermedades clave del maíz y otras reemergentes que se detectaron con mayor presión en campañas más secas", dijo Moreno.
Hacia la zona central del país, donde resta mucha superficie de maíz por implantar, la versatilidad, estabilidad y sanidad cobran mucha importancia.
Considerando la relevancia creciente de estos aspectos en la genética y agronomía, KWS ya viene avanzando en híbridos que aseguran los rendimientos a partir de esas características.
En la zona núcleo, las ventajas de KM 3916 VIP3 y KM 4216 VIP3/G, que combinan, respectivamente, un ciclo intermedio de alto potencial de rendimiento con estabilidad y prolificidad, permiten que el productor disponga de calidad genética que logra destacados rendimientos en ambientes alto potencial y también en aquellos que están limitados por algún factor agronómico.
La propuesta KWS para siembras tardías, además, confiere la protección Agrisure Viptera 3, que implica un reaseguro contra malezas y plagas, teniendo en cuenta que las actuales condiciones climáticas mejorarían y, consecuentemente, la presión sanitaria, irá en aumento.
Desde los inicios del programa de mejoramiento en Argentina, KWS
Los híbridos se están perfilando hacia una campaña dominada por siembras tardías
viene captando las necesidades del productor y transfiriéndolas a su programa de mejoramiento genético de maíz para conseguir híbridos cada vez más adaptados a campañas y condiciones muy cambiantes.
"Teniendo en cuenta los vaivenes de las últimas campañas, la agronomía de KWS va a tiempo, por eso, hay genética para la tardía", indicó Moreno. ■