Siguen en rojo los números del tambo
La situación de la actividad se agravó en el último semestre. Se concretó el tercer pago de Impulso Tambero.
La crisis de la lechería por falta de rentabilidad es de larga data. La actividad tambalea desde hace al menos seis años pero la situación se agravó en los últimos seis meses como consecuencia de una severa sequía y de políticas económicas que han perjudicado al sector. El resultado es triste: numerosos pequeños y medianos tambos cerrados, una gran cantidad de trabajadores rurales desempleados, achicamiento y liquidación de planteles lecheros. Solo en el mes de octubre, más de 17.000 vacas se enviaron al Mercado Agroganadero de Cañuelas para faena, lo que significa una pérdida de producción de 340.000 litros de leche por día considerando que el promedio obtenido por vaca es de 20 litros diarios. Y eso, solo considerando el mayor mercado concentrador de la provincia de Buenos Aires, porque la misma escena se repite en muchas ferias regionales y locales del país.
"No solo hay tambos que se cierran sino que muchos empiezan a funcionar con la mitad de las vacas. Hay que empezar a pensar que el año que viene vamos a estar ajustados con la producción y el consumo interno", advirtió el expresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes.
Los números no cierran por ningún lado. "Un kilo de alimento balanceado hoy está en $140 y al tambero le pagan, en el mejor de los casos $110 0 $120 por litro de leche", indicó el ruralista.
"Las vacas consumen dólares y te dan pesos, eso genera un desfasaje impresionante del que no te podés recuperar", agregó. Es que los insumos para la producción están dolarizados pero el precio de la leche se cobra en pesos y varios días después de la venta. A esto se suman las distintas ediciones de los llamados dólar soja, dólar maíz o dólar agro, que encarecieron el costo del alimento para las vacas, perjudicando a los tamberos.
Los números no cierran por ningún lado. "Un kilo de alimento balanceado hoy está en $140 y al tambero le pagan, en el mejor de los casos $110 0 $120 por litro de leche", indicó el ruralista.
"La causa básica hay que buscarlas en la falta de políticas para el desarrollo de la lechería que ha llevado a una falta de rentabilidad", sostuvo Chemes. "Pasan los años y nadie define si se quiere una política para producir solamente para el consumo interno o si se quiere aumentar la producción para exportar y generar divisas. Si se quiere crecer hay que generar políticas de estímulo", indicó.
Asimismo, le adjudicó "gran parte de responsabilidad", a los industriales. "Todos los ajustes los termina pagando el productor porque la industria siempre mantiene su margen; si los supermercados les bajan el precio de compra, los industriales le pagan menos al productor, pero su margen lo mantienen, cuando es un problema que tienen que solucionar entre ellos, mientras que el productor no se lo puede transferir a nadie", señaló el dirigente.
A esto, se sumó la peor sequía en décadas, que dejó a los tambos sin pasto y sin granos, obligando a los productores a comprar afuera alimentos a un precio elevado por la gran escasez, con lo cual se incrementaron significativamente los costos de alimentación, profundizando el quebranto.w