Pagos extras para cubrir déficits generan tensión
En los municipios bonaerenses Azul y Laprida establecieron más impuestos por hectáreas.
En medio del debate nacional sobre cómo se saldrá de la crisis económica y se estabilizaran las cuentas fiscales, en dos municipios bonaerenses decidieron cobrar más impuestos a la tierra y generaron un clima de tensión con los productores agropecuarios.
En Azul se cobrará el valor de un litro de gasoil por hectárea cada mes. Y en Laprida se dispuso una cuota adicional de la tasa por caminos rurales. “Cuando la fiesta es grande... siempre van al mismo lugar a buscar los pesos”, se quejó el productor Alfredo Berardi.
En el caso de Azul, se aliaron el intendente saliente, Hernán Bertellys (que ingresó en 2015 por el Frente de Todos y luego se pasó a Juntos por el Cambio) con el recientemente electo Nelson Sombra (Unión por la Patria) para impulsar la denominada Tasa Esencial,
El proyecto original establecía el equivalente a un litro de gasoil mensual por hectárea, y de dos litros de gasoil por frente.
La recaudación, estimaada en $2.500 millones por año, sería destinada a cubrir costos de salud, educación, deporte, inclusión de la discapacidad, cultura, esparcimiento y transporte y los servicios de ornato y señalética de calles, mantenimiento y conservación de plazas, paseos, parques infantiles.
Pero ante la presión de los productores y de muchos ciudadanos se realizaron modificaciones que de todos modos no conformaron a los vecinos, que se resisten a esta nueva presión fiscal y anticiparon que seguirán el reclamo por vía judicial y política.
En un sentido similar, en Laprida se aprobó una séptima cuota de la tasa vial, también según las hectáreas de campo, con el objetivo de sumar casi $100 millones a la Municipalidad local para cubrir el déficit administrativo.
La medida, desató fuertes críticas no solo de la Sociedad Rural local, sino también de Berardi, un productor que elevó su protesta al enviar una carta al Concejo Deliberante, la cual fue leída durante la última sesión por la edil Bernarda Lázaro.
La carta de Berardi refleja la inquietud generalizada entre los productores locales, que subrayan la necesidad imperante de un diálogo constructivo entre el gobierno local y la comunidad agropecuaria para abordar estas preocupaciones y encontrar soluciones equitativas que no pongan en riesgo la estabilidad económica del sector rural, tanto en Laprida
como en otras localidades.
“Cuando la fiesta es grande, interminable, cuando no bajas el copete, cuando tu papá es el Estado, cuando la plata no es tuya, pasa esto. Siempre van al mismo lugar a buscar los pesos. Son muy predecibles. ¿Quién no escuchó decir ‘¿Quién va a pagar esto?’, se lamentó Berardi.
Es un ejemplo de la discusión a nivel país sobre la puja de recursos ente el Estado y el sector privado. ■