El protagonismo de la soja en la producción de carne
Expertos en nutrición animal analizaron al detalle el rol que cumplen el complejo sojero y sus derivados.
La soja procesada es alimento y fuente de energía, de proteínas como también de aminoácidos con la que se maximiza el potencial de la producción de las carnes bovina, porcina y aviar, contribuyendo a la generación de mayor valor en el complejo sojero. Así lo reflejaron en el marco del “Ciclo de charlas de Acsoja 360” que se llevó a cabo con diferentes expertos para analizar “el rol de la soja en la nutrición animal”.
Andrea Pasinato, Ing Agr y M.Sc. de INTA Concepción del Uruguay y profesora en Nutrición animal en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) fue la encargada de poner el foco en la producción vacuna, y explicó que en cualquier sistema bovino los requerimientos de la dieta se cubren con un 14 a 16 % de proteína bruta, y que especialmente se utiliza la soja en dietas de engorde a corral o para suplementar alguna dieta en pastoreo.
Pasinato fue presentada en la reunión, al igual que el resto de los disertantes, por Cecilia Accoroni investigadora de INTA Oliveros y Acsoja. Dr. en Ingeniería mención química, M. SC. en Ingeniería de Calidad y Ing. en Tecnología de Alimentos.
Una característica importante del poroto de soja es que tiene elevado contenido de lípidos del 17 por ciento, destacó Pasinato, con extremos entre el 10 y el 23 por ciento. Además, una dieta que supere el 8 o 9 por ciento de lípidos es perjudicial, por ello la soja no puede ser incorporada como poroto en gran cantidad.
Luego, apoyándose en resultados de varios ensayos realizados, señaló que en las dietas de los bovinos, el poroto de soja se puede suministrar en estado crudo hasta un 16 por ciento, límite establecido por su alto contenido de lípidos.
En referencia a la soja extrusada, sostuvo que hubo ensayos en los que se suministró sin problemas un 24% del poroto en las dietas.
Y en relación al expeler dijo que “en casi todos los pueblos de la zona núcleo hay una planta proveedora de expeller (planta de extrusado), y el expeller es una fuente más barata, que puede tener alguna variable en su composición y con menor calidad que es observable monogástricos pero no para poligástricos”.
“Lo que hipotetizamos es utilizar el expeller para bovinos y dejar la harina para aves y cerdos que tienen mayores requerimientos. El expeler tiene un elevado contenido de proteínas, pero es muy variable, y también es variable el contenido de lípidos”, detalló la especialista del INTA.
Expeller vs. harina en novillos
Se hizo un ensayo comparando el aporte proteico dado por harina vs. por expeller en animales que salieron del corral con 300 kg (livianos). En ese trabajo, con un nivel de proteína de 6%, se encontró un efecto positivo en la ganancia de peso en los animales con expeller que ganaron 1,5 kg/día vs. los que recibían harina aumentaron 1,4 kg diario.
La mayor ganancia con expeller se puede atribuir a un mayor pasaje de proteína del rumen hacia intestino por efecto de la temperatura en el proceso de extrusado.
En otro ensayo, con animales más pesados, con fuentes de proteína el expeler o la harina y tres niveles de proteína, 9, 12 y 15% no hubo diferencias. “O sea que podemos usar el expeler que es más barato y esta disponible en los pueblos” concluyó la experta.
Es decir, que en procesos productivos que requieran mucha proteína como es el crecimiento, donde los animales construyen mucho músculo, importa la calidad de la proteína. También en vacas lecheras de arriba de los 40 litros tiene que utilizarse una fuente derivada de la soja que bien puede ser un expeler.