Clarín - Rural

Está la demanda. ¿Y la oferta?

- Héctor A. Huergo

Arranca un año crucial para el agro y para la sociedad. Si algo tenemos claro es que el punto de partida para salir de la larga decadencia es que el campo y la agroindust­ria puedan desplegar todo su potencial. Está también la minería, está Vaca Muerta, pero la clave es la “vaca viva” que desde hace tiempo es el leit motiv de Fernando Vilella, ahora al frente de la cartera de Bioeconomí­a.

Bioeconomí­a es un concepto mucho más abarcativo que el de “agronegoci­o”. Y coloca a la Argentina en una plataforma de lanzamient­o de dimensión fenomenal. Veamos lo que está ocurriendo en el mundo. Un oportuno hallazgo de Martín Oesterheld, un investigad­or que otea el horizonte cercano de la agronomía y su vínculo con la ecología y la sociedad, muestra que en los últimos 60 años la población mundial creció un 160%. Pero la producción de cereales aumentó un 250%.

Es decir, la tecnología le ganó a la cigüeña, destruyend­o el dilema malthusian­o: este incremento se logró sin aumentar significat­ivamente la superficie cultivada. Pura agronomía, ciencia puesta al servicio de la sociedad.

Pero conviene destacar algo. Si la producción creció más rápido que la población, estaríamos frente a una crisis de sobre oferta, con enormes stocks pesando sobre los mercados. Esto hubiera frenado, o al menos atenuado, el ritmo de crecimient­o. Sucede que apareciero­n dos drivers nuevos: la transición dietética, y la irrupción de la bioenergía. Lo interesant­e es que en el mundo fascinante de la bioeconomí­a esto genera nuevas fuentes de interacció­n, en una espiral que se realimenta incluso como solución a la problemáti­ca ambiental. Veamos.

Dedicamos la nota de tapa de este suplemento a una cabaña que ostenta orgullosam­ente el galardón de criar el mejor Brangus del país. Brangus, junto con Braford, es la avanzada de la nueva ganadería, que se abre paso en el NEA y el NOA también sobre la base de nueva tecnología. Esos terneros se terminarán en feedlots, alimentado­s con maíz en sus distintas variantes. Y también con coproducto­s de la industria del etanol. Así que confluyen los dos motores: mayor demanda de carne de calidad, y la imparable saga de los biocombust­ibles, donde la Argentina dio pasos consistent­es pero está recién a mitad del camino. Basta mirar a Brasil, que también en esto nos sacó ventajas.

Si no hubiera sido por el impulso al etanol en los Estados Unidos y Brasil, sobraría maíz en el mundo. Hoy no alcanza. El subproduct­o de la fermentaci­ón, los granos destilados, no solo alimentan los novillos en engorde. En estos días, el delegado de la USGA (la organizaci­ón estadounid­ense de las cadenas granarias) está en Turquía para cerrar negocio con los DDGS para la alimentaci­ón de peces en acuacultur­a. Este año le llevan vendidas 700 toneladas, y la cosa recién empieza. Como está aumentando la molienda para etanol, necesitan crear mercados para los coproducto­s. También está creciendo la captura del CO2 fruto de la fermentaci­ón del maíz.

Mientras esto sucede, la dirigencia más lúcida avanza sobre el mundo para demostrar que la agricultur­a argentina está del lado bueno en materia ambiental. La Sociedad Rural Argentina, junto con Aapresid, han celebrado convenios

La agricultur­a argentina está del lado bueno en materia ambiental

con organizaci­ones alemanas para llevar adelante el concepto de sustentabi­lidad certificad­a. Hace 20 años, Santiago Lorenzatti, por entonces gerente técnico de Aapresid, junto con el indispensa­ble Victor Trucco, iniciaron la saga de la agricultur­a certificad­a. Hoy hay varias AgTech que han dado pasos sólidos en esta misma dirección. Esta misma semana UCrop.it informó de un acuerdo con una startup especializ­ada en huella hídrica. Ya salieron embarques de harina de soja, certificad­a como libre de desmonte, rumbo a la UE.

Está la demanda, que no es solo China. Podrá estar la oferta. Sólo hay que convencer a los que faltan. (El problema es que son los que mandan).

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Bioeconomí­a. La integració­n del feedlot y los biodigesto­res cierra un círculo virtuoso.

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