Clarín - Rural

China se vuelca a Brasil para sus importacio­nes de soja y maíz

Por decisión estratégic­a del gobierno Chino, Brasil alcanzó volumenes de exportació­n históricos. Argentina debe buscar una alianza de largo plazo.

- Escenario Jorge Castro

Bloomberg señala que Brasil ha superado a EE. UU como el principal proveedor de maíz a China, con embarques que alcanzaron a 8.79 millones de toneladas en los primeros 9 meses de 2023, lo que implica más de 40% de las importacio­nes de la República Popular, en tanto que las cargas de EE.UU ascendiero­n a 6.5 millones de toneladas (30% del total), que representa­n una caída de más de 50% respecto a 2022.

Algo semejante ha ocurrido con las importacio­nes de soja, que totalizaro­n 89.63 millones de toneladas en los primeros 11 meses de 2023, lo que equivale a un auge de 13,3% comparado con igual periodo del año anterior.

Lo importante es advertir que las exportacio­nes brasileñas de soja a la República Popular treparon a un record de 64.97 millones de toneladas (+25% respecto a 2022) en tanto las ventas estadounid­enses alcanzaron a 20.36 millones de toneladas, que implica una caída de 8 por ciento comparada con el año previo.

Estas cifras representa­n claramente no solo la creciente competitiv­idad / productivi­dad de la agricultur­a brasileña, sino también que el año pasado Brasil obtuvo la mayor cosecha de granos de su historia con 328 millones de toneladas, récord histórico absoluto.

Hay un tercer factor en esta ecuación deslumbran­te del agro brasileño: es que también ha jugado la decisión estratégic­a del gobierno chino de volcarse a Brasil con el objetivo de reducir la dependenci­a de EE.UU sobre todo en lo que se refiere a la soja y al maíz, provocado por la superpoten­cia norteameri­cana.

En este cuadro es que adquiere toda su enorme importanci­a para los intereses de la Argentina las declaracio­nes de la cancillerí­a china realizadas el 21 de noviembre del año pasado.

Allí advirtió que sería “…un enorme error de la política exterior del presidente electo Javier Milei de romper relaciones con países mayores como China o Brasil”.

Agrego la vocera Mao Ning desde Beijing: "Ningún país puede desarrolla­rse económicam­ente e intensific­ar su cooperació­n comercial sin relaciones políticas / diplomátic­as".

El lenguaje diplomátic­o de China se ejerce con una claridad sin ambigüedad­es, y siempre con un tono altamente respetuoso de la Soberanía del país interlocut­or, lo que aplica un principio surgido de sus 5.000 años de historia fundado en la creencia de que el elemento fundamenta­l entre la relación de dos países es la confianza mutua, no en un sentido psicológic­o sino estratégic­o.

Por último, Mao Ning recordó que “China valora sus relaciones con la Argentina desde un punto de vista estratégic­o y de largo plazo, y se encuentra ampliament­e dispuesta a profundiza­r la amistad entre los dos países, así como contribuir al desarrollo del otro y a la prosperida­d común".

Lo más práctico para la Argentina es imitar a la República Popular y asumir, respecto a la segunda economía del mundo una visión estratégic­a de largo plazo fundada en el interés nacional.

La política internacio­nal es un mundo de realidades, no de ideologías y la realidad siempre se impone, lo que significa que también siempre tiene razón.

China no solo es la segunda economía global después de EE.UU, sino que además es la principal socia comercial de 144 países en el mundo de los 192 representa­dos en Naciones Unidas, y por eso contribuyó al crecimient­o de la economía internacio­nal 38.6% anual en la última década.

La relevancia estratégic­a que tiene la Argentina en una visión de largo plazo para la República Popular la demuestra el hecho que el “Swap” que mantiene el Banco Central de Beijing con BCRA es el único entre los más de 40 que tiene firmado que le permite utilizar los U$S 19.000 millones del crédito Swap no solo para financiar el comercio bilateral, sino también para pagar lo adeudado al Fondo Monetario Internacio­nal (FMI).

De esta manera, China se ha convertido en el último pagador de la deuda internacio­nal argentina, y sin ella el “default” sería inevitable.

Esto indica la relevancia estratégic­a en una visión de largo plazo que la Argentina tiene con la República Popular, que siempre actúa sobre la premisa de la importanci­a decisiva que tiene para ella su interés nacional.

La Argentina debe imitar también en este aspecto a China y guiarse exclusivam­ente por su interés nacional, sobre todo en materia agroalimen­taria.

El año pasado Brasil obtuvo el récord de 328 millones de toneladas de granos

A partir del Swap, China es el último pagador de la deuda argentina

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