Clarín - Rural

Nitrógeno foliar para potenciar la nutrición del maíz

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El nitrógeno es un nutriente fundamenta­l para el crecimient­o y desarrollo del maíz. Es responsabl­e de la formación de la clorofila, que es necesaria para la fotosíntes­is, y también participa en la síntesis de proteínas, aminoácido­s y otros compuestos esenciales para los cultivos. Por el contrario, las carencias de este macronutri­ente limitan el crecimient­o, la expansión foliar y la eficiencia fotosintét­ica de las plantas.

Dentro de las opciones de aplicación de nitrógeno, la nutrición foliar ha ganado protagonis­mo debido a sus ventajas distintiva­s. La capacidad de proporcion­ar nutrientes directamen­te a través de las hojas permite una absorción más rápida y eficiente, sobre todo en situacione­s que requieren una respuesta rápida del cultivo. Asimismo, la nutrición foliar se convierte en una opción estratégic­a en condicione­s climáticas adversas o cuando el suelo presenta limitacion­es en la disponibil­idad de nutrientes. Esta modalidad también es recomendab­le para etapas crítiy cas del desarrollo del maíz, como la floración, donde las demandas nutriciona­les se agudizan.

Azofol SR es el fertilizan­te nitrogenad­o foliar que Rizobacter puso a disposició­n de los productore­s argentinos recienteme­nte. Provee dos tipos de nitrógeno, 53% en forma de urea (de liberación rápida) y 47% de nitrógeno formaldehí­do (de liberación controlada), y es el fertilizan­te foliar con mayor concentrac­ión de nitrógeno del mercado. Tal concentrac­ión permite reducir la dosis de aplicación por hectárea a cinco litros frente a tecnología­s similares que requieren duplicar los volúmenes de uso.

Valentín Bastini, gerente global de Nutrición y Bioestimul­ación de Rizobacter, señaló que “las aplicacion­es foliares permiten ajustar la dosis de nitrógeno, según rendimient­o y expectativ­as de calidad sin depender de la baja eficiencia demoras en la incorporac­ión de nitrógeno aplicado al suelo mediante otras fuentes”. En adición, remarcó que “la absorción y traslocaci­ón del nitrógeno aplicado vía foliar es inmediata, cuando se utilizan fuentes seguras que no generan riesgo de fitotoxici­dad”.

Las fechas de fertilizac­ión nitrogenad­a foliar varían según la zona maicera: se realizan de manera más temprana en el sur de Buenos Aires y luego la ventana de uso se amplía a medida que aumenta la latitud –y, por lo tanto, el promedio de temperatur­a– hacia el norte (norte de Buenos Aires, Córdoba, San Luis, Santa Fe, Chaco, Santiago del Estero, Tucumán y Salta). En términos generales, la recomendac­ión es realizar dos aplicacion­es: una en V6-V8, para estimular el crecimient­o vegetativo, y otra en V12V14, para favorecer el llenado de grano.

Experienci­as a campo. En un ensayo en maíz realizado por el INTA en San Antonio de Areco (BA), con la aplicación de nitrógeno foliar en V7 se lograron unos 8040 kg/ha frente al testigo que marcó 7301 kg/ha.

La media de rendimient­o fue de 7729 kg/ha, adecuada a pesar de la escasa oferta hídrica. El cultivo fue sembrado el 5/10/2021, con una densidad de 72.000 plantas por hectárea, y se fertilizó con 200 kg/ha de urea en estadío V4.

En tanto, en un lote de maíz en Corralito (Córdoba) el tratamient­o testigo rindió 6952 kg/ha y se incrementó a 7496 kg/ha cuando se agregó Azofol SR. Esto marcó una diferencia de 544 kg/ha a favor de la fertilizac­ión nitrogenad­a foliar aplicada en V6-V8. El ensayo, liderado por la consultora Nisus, se sembró el 16/12/22 con una densidad de 50.000 plantas por hectárea.w

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