El fenómeno de “Tarascones” y “La terquedad”, en el Cervantes
Al parecer, no solo se despabiló la cartelera comercial. También se registró un leve repunte de la actividad en el teatro oficial. Un caso ejemplar es el del Cervantes (ya que las salas del San Martín no reabren hasta mayo). El Teatro Nacional Cervantes, con Alejandro Tantanian como nuevo director desde enero de este año, empezó a llenar sus salas con obras como Tarascones y La terquedad. La primera, dirigida por Ciro Zorzoli ya había estado en cartel a fines del año pasado y cuando este año estrenó en febrero, a la semana se habían agotado todas funciones hasta el final de la temporada. Ahora la obra está de gira, pero ocurre un fenómeno similar con La terquedad, una obra que dirige Rafael Spregelburd y que dura tres horas; y con La savia, protagonizada por Mirta Busnelli.
Si bien el precio de las entradas es mucho más económico que en el teatro comercial ($120 y descuentos para jubilados y estudiantes), esa no es la única condición. “El precio influye, pero si no hay calidad tampoco llega el público”, dice Tantanian. En eso, hay coincidencia con el circuito comercial. “Cuando el público siente que hay una gran inversión, resulta un atractivo. Si hay algo deslumbrante en la puesta o en el elenco, es efectivo. Y eso le hace muy bien a la actividad”.
El Cervantes, como teatro oficial, tiene otros desafíos. “La forma de comunicar, los contenidos de mayor riesgo, la puesta de autores de menos de 50 años, excelentes actores aunque no sean caras conocidas, son riesgos que se deben asumir porque el teatro oficial no tiene que ser necesariamente rentable y que el público, está demostrado, acompaña”.