Cuando no hay dos (superhéroes) sin tres

M. Night Shyamalan, en un ataque de incontinencia -verbal- no pudo guardar el secreto.

“Finalmente puedo responder a la jodida pregunta de ¿vas a hacer una secuela de El protegido o qué?”, bromeó. Y tuiteó el miércoles: “Universal Pictures lanzará #Glass el 18 de enero 2019 en todo el mundo. ¡Esto es por no poder mantener un secreto!”

Glass será la próxima película del realizador de Sexto sentido. Si usted es fan del director, al extremo de aprender a pronunciar su apellido, y vio El protegido (Unbreakable), con Bruce Willis y Samuel L. Jackson, y su último filme, Fragmentado, con James Mcavey, puede seguir leyendo tranquilamente.

Es que luego Shyamalan se desbocó: “Siempre ha sido mi sueño que ambos filmes colisionen en esta tercera película”. O sea, unirá a El protegido con Fragmentado.

A partir de aquí, hay algún que otro spoiler de lo que hará el, en su momento, considerado heredero de Alfred Hitchcock.

Pues bien, Samuel L. Jackson volverá a ser Elijah Price/mr. Glass, el villano “Señor Vidrio” que en El protegido causó los accidentes que le permitieron detectar a David Dunn, el personaje “irrompible” interpretado por Bruce Willis. James Mcavoy tendrá todos las personalidades que le conocimos (y tal vez alguna otra nueva) en Fragmentado, debido a que Kevin tiene un trastorno de identidad disociativo (DID), y la nueva estrella Anna Taylor Johnson -que fue criada en la Argentina-, una de las tres adolescentes a las que Kevin secuestra en el filme estrenado en febrero, volverá como Casey Cooke.

Price terminaba encerrado por sus crímenes, aunque (spoiler) el desenlace de Fragmentado genera todo tipo de interrogantes sobre el rol que podría tener el villano. La Bestia, el trío de personalidades más destructivas de Kevin, no ataca a los dañados.

Y debe haber pocos más dañados que Mr. Glass.

Y sí. Así como George Lucas pensó La guerra de las galaxias como una trilogía, y Spielberg algo similar con Indiana Jones, Shyamalan se despachará con tres películas que unirán a estos tres superhéroes, por llamarlos de alguna manera.

Parece que el cineasta nacido en la India y que siempre sitúa sus filmes en Filadelfia, donde reside, tiene listo el guión de Glass desde hace 17 años, desde que estrenó El protegido.

Pero Shyamalan, que es algo así como una catarata generadora de noticias, reveló también que cambió el final de Fragmentado porque, según él, “era demasiado oscuro”.

En la última escena, Kevin habla frente al espejo sobre lo “ilimitado” que es su poder. Pero no estaba así planteado en el guión original, donde Kevin, bajo la personalidad malvada de Dennis, está en lo alto de un techo mirando hacia un colegio, y se le escuchaba musitar: “Mirá esas almas intactas…”. La personalidad de Patricia le contestaba: “¡Qué desperdicio!”. Así, podría en- tenderse que quedaba una rendija abierta para que La Bestia tomara control de Kevin, para masacrar a los niños que estaban en el colegio..

“Era demasiado oscuro y hacía que me replanteara cuáles eran sus intenciones. No quería que las de La Bestia se redujeran sólo a matar. Por eso, escribí el final que se puede ver en el filme, con el espejo”, reflexionó Shyamalan.

El director se despachó en el “podcast” Happysadconfused, donde se preguntaba qué pensaría el protagonista de El protegido, David Dunn (Wilis), al ver por televisión la noticia sobre La Bestia al final de la película.

El protegido cuenta el enfrentamiento entre Dunn y Elijah, quien cree con fanatismo en los superhéroes de los libros de cómics. El tipo se ve a sí mismo como un villano, y a Dunn -que tiene huesos irrompibles- como el superhéroe al que debe enfrentar. David no entiende nada de todo esto. Pero, y siempre según Shyamalan, David podría replantearse muchas cosas. O todas. “Esta idea que sostenía Elijah, de que los cómics estaban basados en la realidad, que eran reales, no tenía evidencia. Era sólo un tipo loco que tenía un problema en los huesos y que estaba recluido en un psiquiátrico. Pero después esto sale a la luz, y piensa algo como: ‘Mi Dios. El tenía razón’, dice como en voz alta el director.

Todo esto, de boca del hombre que la noche de marzo en que Faye Dunaway y Warren Beatty dieron por ganadora del Oscar equivocadamente a La La Land, y conocido por los finales sorprendentes de sus películas, tuiteó: “Yo escribí el final de la entrega de los Premios de la Academia. Jimmy Kimmel (el conductor), ¡lo conseguimos!”.

Shyamalan, una catarata generadora de noticias, tuvo un ataque de incontinencia verbal. Y no pudo guardar el secreto.