Amenaza de huelga en La la land
El alcalde de Los Angeles Eric Garcetti madrugó el martes 25 de abril para celebrar el “La La Land Day”, que él mismo impuso, tocando en el piano uno de los temas de la banda de sonido de película frente a la Municipalidad. Con la presencia del productor de La La land, varios bailarines montaron un espectáculo aéreo que tenía como fondo el City Hall. La gente que iba para su trabajo se tiraba en el piso para poder filmar con sus teléfonos un hecho inusual pero muy a tono con el filme que inspirado en la ciudad este año casi gana el Oscar.
Si el martes próximo el sindicato de guionistas de Hollywood, Writers Guild of America, no llega a un acuerdo económico con los productores agrupados en la Alliance of Motion Picture and Television Producers, la gente se va a encontrar con otro espectáculo igual de insólito: cientos de guionistas (famosos y no tanto) portando carteles frente a las puertas de los canales y los estudios de cine.
Los guionistas se quejan porque dicen que en los últimos dos años están recibiendo 23 por ciento menos de ganancia. Una de las muchas causas sería que cada vez hay más series con menos capítulos por temporada, de 22 se pasó a 10 o 13. Ellos aseguran invertir el mismo tiempo para ganar bastante menos. También reclaman por la cobertura de la obra social.
En el año 2007, la última vez que el WGA se declaró en huelga, los guionistas se juntaron a diario durante 100 días. Carlton Cuse, creador de Lost, exhibía su cartel frente al edificio de Disney, la empresa dueña de ABC. La serie debió parar en el cuarto capítulo de la octava temporada. Los fans de House perdieron 8 capítulos que no se pudieron recuperar. Y el director Michael Bay dijo que el paro (y no su pelea con Megan Fox) le arruinó la película Transformers 2.
Peter Gould, guionista de Better Call Saul, recuerda que en esas jornadas aprovechaban para ponerse al día entre ellos, y que los escritores de
Los Simpsons eran los más buscados para amenizar el tedio del civilizado piquete.
Esa vez se perdieron unos 2 mil millones de dólares de posibles ganancias. Aunque está de acuerdo en que si no hay arreglo habrá paro (lo votaron por mayoría en el sindicato) Vince Gilligan, creador de
Breaking Bad y Better Call Saul lo dice muy claro: “En ninguno de los dos lados hay gente tan loca como para querer una huelga”.
Julia Louis-dreyfuss posó con su cartel aquella vez en solidaridad con sus escritores y podría hacerlo de nuevo la semana que viene si no hay arreglo para el 1 de mayo. Aun cuando su show Veep seria uno de los que saldrían perjudicados, junto a The Walking Dead, Jessica Jones, American Horror Story y tantos otros favoritos.y ni hablar de los programas nocturnos, como los de Stephen Colbert , Bill Maher y Conan O’brien, que están teniendo un gran renacimiento actuando en reacción a la presidencia de Donald Trump. El que más tendría para perder sería Saturday Night Live (una de sus actrices, Tina Fey, también posó con cartel solidario en la huelga pasada), que incitado por su escalada en rating decidió hacer los últimos 4 capítulos en vivo y directo para las dos costas. Una huelga de sus guionistas haría que todos empezaran a pasar viejos programas.
Los grandes beneficiados serian las empresas de streaming, los televidentes que quieren ponerse al día mirando temporadas enteras de shows recomendados y los productos del reality TV.
En 2008 Donald Trump salió beneficiado porque al no poder dar los capítulos nuevos de Scrubs y
The Office, NBC empezó a pasar los jueves a la noche en prime time su
Celebrity Apprentice. No le vendría mal ahora tampoco que sus críticos más ácidos se llamaran a forzado silencio.