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“Ya he hecho las paces conmigo”

A los 35 años, el español es uno de los galanes más codiciados del mundo. Sus actuacione­s en “Sense8” y “Velvet” lo convirtier­on en un fenómeno sin fronteras. Pintaba para tenista, sorprendió como actor. Quiere trabajar en la Argentina. Su paso por Buenos

- Silvina Lamazares slamazares@clarin.com

Los alrededore­s del hotel no vibran como si estuvieran los Rolling Stones, pero el edificio late al ritmo de la

Silvestrem­anía, esa sorpresiva manifestac­ión de mujeres de todas las edades que celebra la llegada del español a la Argentina. En los rincones se ve a empleadas, huéspedes, comensales del restaurant­e o gente que supo entrar sólo para verlo, con el celular en la mano y el deseo de congelar el momento de gloria con el galán del momento. Llegar a él, sin embargo, no es tan fácil. No es que trabaje de divo, sino que un equipo de Netflix le resguarda la intimidad en una de las terrazas del Four Seasons. Una vez que se levanta esa barrera conceptual, en el mano a mano Miguel Ángel Silvestre se muestra más sorprendid­o que agrandado. “Qué fuerte que me pase esto en la tierra de Messi y Marado- na”, grafica el protagonis­ta de Velvet, de Sense8 y de la nueva temporada de

Narcos, las tres series que está promociona­ndo.

“Vine por trabajo, me voy porque tengo que irme… pero me quedaría. No sabía que aquí me conocía tantísima gente”, comenta mientras desayuna un café con huevos duros -elige la clara, descarta la yema-, y cambia de campera “para no aparecer igualito en todas las fotos. En cada sitio como algo distinto cuando me levanto: en Madrid, tomo un cafecito con leche y una cruasán, o un pinchito de tortilla de patatas, pero en Los Ángeles hago como ellos, que se sirven de todo, mezclo arroz con tostadas de aguacate”.

Nacido hace 35 años en Castellón de la Plana, inició su carrera en España, pero pegó el salto a los Estados Unidos cuando Netflix lo convocó para protagoniz­ar Sense8, que el viernes estrena su segunda temporada. Y la plataforma digital lo eligió para sumarse a la tercera de Narcos, que

llegará en agosto (interpreta­rá al encargado de lavar el dinero del Cartel de Cali). Y el mes que viene se lo verá -poco, porque él ya estaba en los Ángeles cuando se grabó- en la cuarta de Velvet, la serie que lo consagró internacio­nalmente. -Con tanto movimiento, ¿cuál es tu lugar en el mundo?

-Uno de mis lugares preferidos es Fernando de Noronha, una isla muy especial que hay en Brasil. Es un sitio muy cuidado: en algunas de sus playas no te dejan siquiera ponerte protección solar para no espantar a los animales, para no dejar nada tóxico en el agua. Es una guasada de lugar. No hay cemento, lo conservan casi todo de madera, es hermoso, es como de otro planeta. Lo descubrí en plan vacaciones y ya quiero volver. -¿Pero dónde formaste hogar?

-Vivo prácticame­nte en los Estados Unidos, donde está la mayoría de mis cosas. Tengo una casa en Madrid y otra en Los Ángeles, que es donde vivo actualment­e. La realidad es que

estoy bastante nómade, voy donde tengo trabajo. Me gustaría venir aquí una temporada, y poder vivir seis meses sin tener que moverme. -¿Aquí es Buenos Aires?

-Sí, y me encantaría visitar Mar del Plata y la Patagonia. Es la primera vez que vengo a este país y estoy maravillad­o de verdad. Y no es algo que diga en cada lugar al que voy. -¿Qué conocías de la Argentina? El apellido Darín, segurament­e.

-Darín, sí. Y Diego Armando Maradona, Lionel Messi... Sabía mucho, porque mi profesor de interpreta­ción fue Juan Carlos Corazza. Es mi maestro. Y luego mi cuñado también es argentino. Y es, curiosamen­te, el único de los novios que tuvo mi hermana que a mí me cayó bien desde el primer día que lo vi. Ése es Patricio. Pues se terminaron casando, toda su familia es argentina. El vive en España con sus padres. Ese hombre es un ángel y mis sobrinos, que son españoles -el nene tiene 5 años, la nena 2-, en vez de decir

‘aquí’ dicen ‘acá’.

En viaje de promoción, Silvestre llegó desde Brasil y se quedó cuatro días en la tierra de Patricio. Habla de las ficciones, pero también se entrega a revisar su historia, en la que el actor le ganó al tenista. -¿Te reconocés en el nene que fuiste?

-Me reconozco en todo. Pero te confieso que en una época perdí a ese niño, creo que por mucho miedo. Hice un personaje en España que fue lo opuesto a lo que soy hoy (El Duque, en la serie Sin tetas no hay paraíso) que tuvo mucho éxito. Y por miedo a que la gente viera que no era como el personaje empecé a perder un poco mi esencia. Paré de trabajar un año y medio, porque me pilló de sorpresa todo lo que me pasó. -El Duque era un tipo poderoso, con sombras, adorado por el público.

-Sí, fue muy fuerte todo lo que ocurrió con ese programa. En ese año y medio, poquito a poquito volví a mí. Y ahora siento que estoy en el momento es que soy más yo, que acepto mis limitacion­es, y que estoy más cómodo conmigo. Así que, ahora mismo, del chico de Castellón, todo.

Dueño de un carisma envidiable y bien lejos del divismo de algunos galanes argentinos, le corre la cortina a la intimidad familiar para reconocer que “mi hermana tiene mucho talento para todo. Ella, por ejemplo, tocaba el piano en Navidad y yo intentaba bailar para llamar la atención de mis padres. Me ha tocado siempre hacer ruido para que ellos vieran lo que hacía, porque lo de mi hermana era divino. Imagino que ahí, entonces, empecé a desarrolla­r un poco al actor. Pero nunca quise ser actor. Esto apareció a los 21 años y con el tiempo me he ido enamorando del oficio, hasta este punto: jamás he estado tan comprometi­do en algo en mi vida. Estoy mucho más maduro que cuando empecé. Mis dos primeras películas fueron La distancia y Vida y color”. -¿Estabas bien?

-Las veo ahora y digo ‘Ay, joder, qué verde estaba’... Pero de verdad que ya he hecho las paces conmigo. De todos modos, a veces, precisamen­te por estar verde, también aparecen cosas que son muy frescas de ver. A mí me gusta mirar para atrás y ver que, paso a paso, se aprende. En La distancia tuve el privilegio de compartir escenas con Federico Luppi, que es una de las mejores cosas que como actor te pueden pasar cuando estás empezando. Fue un aprendizaj­e tremendo. Ese hombre, ese caballero...

-¿Qué contestaba­s cuando te preguntaba­n qué querías ser? -Tenista. Mi referente de entonces era Sergi Bruguera. (Juan Martín) Del Potro me gusta mucho, me puse muy contento cuando lo vi recuperars­e de la lesión de su muñeca. -Lo suyo es la derecha y el juego de fondo. ¿Lo tuyo?

-Yo jugaba bien, pero no tenía la madurez que hay que tener para ser un gran campeón. Era muy duro, muy perseveran­te. Era un poco como es Rafa Nadal, que lucha hasta el final.

Tiene el “bonita” y el “guapa” a flor de piel, tiene la gracia genuina del seductor. Y sabe dónde dice lo que dice. No en vano piropea a Maradona diciendo que “es la celebració­n artística de lo que significa disfrutar y ser irreverent­e y de cómo es tropezarse y hacer arte con eso. Así es Diego. Un día un director me dijo: ‘Eso es lo que quiero en mi película. Ese tipo de disfrute es el que quiero’. -¿Te sentiste Maradona?

-Lo intenté, pero no me fue fácil.

Se ríe franco, suelto, como si combinara la mejor sonrisa de Don Alberto (su personaje en Velvet) y la picardía de Lito Rodríguez (el gay que compone en Sense8): “Uno es opuesto al otro. Yo quiero a todos los que hice. A raíz del llamado de (Pedro) Almodóvar para Los amantes pasajeros se me abrieron muchas posibilida­des. Y ahí surgió lo de Sense8. Todos los trabajos suman, pero Don Alberto terminó siendo especial”.

-¿Vas a estar en la quinta temporada de “Velvet”?

-No, cariño, no puedo, no me dan los tiempos. Pero estamos valorando la posibilida­d de hacer una película.

Sonríe sabiendo que tiró un dato de esos que levantarán polvareda. En la Argentina, en España, donde sea. Porque, de acuerdo a los mensajes que recibe en las redes, queda claro que Silvestre no tiene fronteras. Lo piropean en inglés, en castellano, en portugués y en italiano. Y él devuelve todas las gentilezas, de acuerdo al manual del galán del momento.

Mi cuñado también es argentino y es, curiosamen­te, el único de los novios que tuvo mi hermana que a mí me cayó bien desde el primer día que lo vi”.

 ?? DAVID FERNANDEZ ?? Galán de cine y series. Además de haber filmado varias películas, Miguel Angel Silvestre pisa fuerte en la TV: este año se lo verá en “Velvet”, “Sense8” y en “Narcos”.
DAVID FERNANDEZ Galán de cine y series. Además de haber filmado varias películas, Miguel Angel Silvestre pisa fuerte en la TV: este año se lo verá en “Velvet”, “Sense8” y en “Narcos”.
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