Tatuadores old school: agujas que corren contra el tiempo
Heredando un estilo centenario, exhibido por marineros y presos, tatuadores locales se lucen en el diseño retro.
Los años, y la desaparición del tabú, le jugaron a favor al mundo del tatuaje. Cada vez son más las personas que tienen algún dibujo de forma permanente grabado en su piel, independientemente de su edad, trasfondo social o creencias personales. Son estos mismos factores los que le dan a este mundo su variedad gráfica: los hay coloridos o solo con negro, los hay realistas o caricaturescos, los hay geométricos o amorfos.
aún así, hay un viejo estilo que parece ser el nuevo favorito entre los aficionados al tatuaje: el estilo “old school” (vieja escuela) o tradicional. Consta de esos dibujos que habremos visto miles de veces en marinos y soldados estadounidenses de los años ‘40, popularizados por artistas como George Burchett-davis, Norman Keith Collins (mejor conocido como Sailor Jerry), Don Ed Hardy y “Henk” Schiffmacher. Estos nombres y sus dibujos son algunos de los que sirvieron de pilar para una cantidad de artistas contemporáneos que encontraron el atractivo en los colores fuertes y los diseños simples.
A medida que los tatuajes se alejan del tabú social para llegar a más personas, son aún más los estudios de tatuajes y tatuadores que surgen en nuestro país. Y si bien hay casas que optan por ser lo más abarcativas posibles en cuanto a sus diseños y trabajos, hay otras que aprovechan la experiencia de sus tatuadores y ponen su foco y su energía para fijar nicho en los tatuajes de vieja escuela.
Diseños planos, colores estridentes e imagenes de calaveras, águilas, dagas y barcos son las piezas claves que componen a estos trabajos. A continuación, las historias, trucos y motivaciones de tres artistas argentinos que optaron por esta línea vintage y, por lo tanto, en boga.