Antonio Salieri sale a escena
Hoy sube al 25 de Mayo “La cueva de Trofonio”, ópera del compositor italiano. Habla el responsable de la puesta.
Nuevamente, el teatro 25 de Mayo presenta un título lírico. Esta vez es la poco conocida ópera cómica La cueva de Trofonio o, en el italiano original, La grotta di Trofonio, de Antonio Salieri, un compositor italiano exitoso en su tiempo, pero descalificado por la literatura, desde el siglo XIX. La obra se estrena hoy, a las 18.
“Es probable que el libreto de esta ópera haya dado origen al Cosí fan tut- te, de Mozart y Da Ponte”, cuenta Diego Cosin, responsable de la puesta de este estreno latinoamericano. Aunque Cosin cursó estudios de Historia del Arte, en la UBA, prefirió dedicarse de lleno a la actividad teatral. Terminada la carrera de régisseur en el Instituto Superior de Arte del Colón, trabajó para el Centro de Experimentación del Colón y también para la televisión, en Canal á, Film and Arts, y con los entrañables Salvador Sammaritano y Julio Palacio, en diferentes programas de cine y ópera.
-Tu nombre está muy asociado al entrenamiento de actores y en temas de producción. ¿Tuviste la posibilidad de realizar algún título lírico o éste es el primero?
-Siempre trabajé en compañías de óperas independientes. Como asistente de dirección en Buenos Aires Lírica y en Juventus Lyrica. Además, hice Flauta Mágica y Bodas de Fígaro, con Orquestas Escuela. En el 2010 estrené El Gran teatro de Oklahoma, de Marcos Franciosi, en el Argentino de La Plata. El libreto de esa ópera estaba basado en América, de Kafka, e hice un trabajo de adaptación que resultó interesante.
-¿Cómo concebís la puesta?
-Para la mitología, Trofonio era un arquitecto, hijo del Dios Apolo. Trofonio le construyó un templo a su padre, pero como rara recompensa recibió la muerte. Giovanni Battista Casti, el libretista de esta ópera, escribió una comedia utilizando estos nombres griegos y ambientándola, como se hacía en la época, en la antigüedad. La ópera mezcla nombres y situaciones, realiza anacronismos. Así que nosotros seguimos esa línea. Para mí, la guía es la comedia de enredos, del estilo de Goldoni, pero con referencias al cine mudo y con trama surrealista.
-¿Cómo trabajaste con escenógrafo y director musical?
-Pasamos meses trabajando sobre la música y el texto, armando una comedia dieciochesca donde el estilo sea la falta de un estilo concreto. Hay poca escenografía corpórea y la imagen digital toma importancia y actúa paralelamente al desarrollo de la historia.