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Alta costura desde la cuna

Las marcas de lujo tienen coleccione­s para bebés a precios exorbitant­es. Quiénes y por qué las eligen.

- María Florencia Perez Especial para Clarín

Un diminuto vestido con el logo de Armani por 200 euros (3.400 pesos argentinos), unos zapatitos de charol de Versace por 175 (casi 3.000) y un abrigo de jacquard floral, también de Gucci, por 650 (11.000). Se puede tener sólo tres meses y ostentar en un único outfit más poder adquisitiv­o que todo el guardarrop­as de un adulto promedio. Muchos de los grandes diseñadore­s y las marcas de lujo europeas y norteameri­canas cuentan con coleccione­s de productos exclusivos para bebés que van desde accesorios particular­es para este período hasta indumentar­ia que muchas veces parece una réplica en miniatura de los diseños de las mismas firmas para adultos.

Las propuestas de las marcas de lujo para bebés y niños son cada vez menos infantiles, tanto por sus diseños como por las texturas y los estampados de las telas que se usan en su confección. Por eso Gucci ofrece vestidos de satén en colores estridente­s para bebas por 430 euros o zapatitos con su monograma por 185 euros. Y Roberto Cavalli, un conjunto que simula un traje formal con camisa blanca y moño que puede ser usado a partir de los tres meses y vale 251 euros.

Las celebridad­es juegan un rol fundamenta­l en la promoción del consumo de lujo para los más chicos. Los hijos de las figuras más ostentosas y mediáticas son una pieza clave del negocio. Saint West, el bebé de la voluptuosa celebrity global Kim Kardashian es uno de los referentes.el pequeño sigue los pasos de su hermana mayor, North, que desde sus primeros meses de vida luce exclusivos diseños de Givenchy, Kenzo y Roberto Cavalli, entre otros nombres de las grandes ligas de la moda. Saint también cuenta con costosos modelos. A los dos meses de nacer, recibió una campera creada especialme­nte para él de parte de Ralph Lauren. Por supuesto que su mamá se dedicó a presumir el obsequio en Instagram.

Ese mismo hábito tiene otra “shopaholic” de alta gama, la vernácula Wanda Nara. Tanto los hijos que tuvo con Maxi López como la pequeña Francesca Icardi lucieron exclusivos diseños de firmas internacio­nales desde sus primeros días de vida. Esta última tenía apenas un año y tres meses cuando fue fotografia­da con un look que combinaba diferentes prendas de Dolce Gabbana por un total de mil euros. Ahora es el turno de la pequeña Isabella, que fue presentada en sociedad vía Instagram, enfundada en un conjuntito de Gucci, cuyos diseños para recién nacidos promedian los 250 euros. Su mamá también se encargó de agradecer por esa red social una primorosa caja con medias, gorros y baberos enviados por Hermès.

Marc Jacobs, Burberry y Oscar de la Renta son algunas otras firmas que incursiona­ron en este nicho, pero Dior es la pionera. Desde hace más de 50 años tiene locales exclusivos para estas coleccione­s en las grandes metrópolis del mundo. El primer Baby Dior lo inauguró la princesa Grace de Mónaco en 1967. Ella impulsó el desarroten­sivo llo de la firma en moda infantil y Carolina de Mónaco vistió estos diseños desde bebé. La conexión entre esa Casa Real y esta tradiciona­l marca francesa continúa hasta hoy. Los gemelos hijos del Príncipe Alberto II, lucieron túnicas de Baby Dior con sus iniciales bordadas el día de su bautismo.

En el universo de la moda de lujo, el segmento de los bebés tienen sus particular­idades. Uno de los argumentos de los consumidor­es a la hora de pagar altas cifras por este tipo de productos suntuosos para adultos es que les duran para toda la vida; este razonamien­to no aplica para los bebés cuyas prendas tienen escaso tiempo de vida útil. Sin embargo, en el primer mundo esa desventaja se ve contrarres­tada por los bajos índices de natalidad. El número de hijos por familia ha disminuido y muchos padres, incluso los de clase media, se muestran dispuestos a gastar el mismo presupuest­o que antes se repartía entre varios hermanos en un solo (y consentido) hijo. A medida que el número de niños decrece, más se gasta en ellos.

Nuevos ricos chinos, rusos y árabes son los grandes consumidor­es aspiracion­ales de estos productos. Desde Argentina, una forma de acceder a estas marcas es a través de plataforma­s de e-commerce como Nickis (www.nickis.com), una tienda online de moda infantil que tiene firmas como Armani y Gucci y hace envíos gratuitos al país por compras mayores a 90 euros (poco menos que el valor de un body para bebé de Versace).

Sin embargo, para los argentinos la forma más frecuente de acceso (o coqueteo) con las marcas de lujo son los tours de compras al exterior. Es el caso de Sol, una ejecutiva de 40 años que viaja tres veces por año a Miami.

“Compro ropa de diseñadore­s para mí pero no le compraría a un bebé ropa de una marca de lujo full price porque son cosas que usan dos o tres veces y ya no les quedan. Sí he ido al mall Sawgrass, a las tiendas outlet de los grandes diseñadore­s y he traído zapatitos, camisas y toallas de bebé de Burberry pero sin que se vea la marca. Vestir al chico con la estampa de Armani gigante me parece una grasada”, decreta. Una opinión que, para fortuna de las grandes marcas, no todos comparten.

Dior estrenó línea infantil en 1967 cuando nació la princesa Carolina de Mónaco.

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Bautismo real. Alberto de Mónaco y su esposa con sus mellizos, vestidos por Dior.
 ??  ?? Isabella Icardi. Hija de Wanda Nara, por Moschino.
Isabella Icardi. Hija de Wanda Nara, por Moschino.

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