Bailar pensando en los días por venir
El Grupo Krapp estrenó El futuro de los hipopótamos en el Teatro de la Ribera. Es el primer título en esta temporada del ciclo Danza al borde que dirige Diana Theocharidis y, como los anteriores, es una producción del Complejo Teatral de Buenos Aires.
El Grupo Krapp nació en 2000 a partir de la obra No me besabas, creada por un trío de bailarines cordobeses - Luciana Acuña, Luis Biassotto y Gabriela Caretti- a los que se habían sumado los músicos Gabriel Almendro y Fernando Tur y el actor Edgardo Castro. Siguen juntos hasta hoy, salvo Gabriela que quedó en Córdoba. Luciana Acuña dice: “Somos una hermandad; nos queremos y nos peleamos como hermanos. Hacemos una obra cada cinco años aproximadamente, cuando aparece la necesidad. Cuando Theocharidis nos propuso que hiciéramos una obra nueva y nos pareció un buen momento. Nunca habíamos hecho nada en el Complejo y esta obra tiene la particularidad de ser creada dentro de una estructura y con un sistema de producción distintos a los de siempre.
-¿Comenzaron a pensar a partir de la invitación?
-Sí. El primer disparador fue “el futuro”: cómo serían la danza y los cuerpos en el futuro; sólo como para abrir un imaginario inmenso. Apareció así la idea de algo cíclico: que el hombre volviera a ser un animal. Y de esta forma fue surgiendo un vestuario excesivo, barroco, extremo. Esta fue nuestra primera base, pero casi como un efecto del sistema de producción del Complejo: cuando se empieza allí el montaje de una obra hay que entregar primero los bocetos de escenografía y vestuario. Nosotros no teníamos ni siquiera la obra. Así que muchas de las ideas fueron trabajadas con la vestuarista y el escenógrafo.
-¿Por qué los hipopótamos?
-No sé. Los hipopótamos no aparecen en ningún momento. Alguna vez leímos que los hipopótamos serán en algún futuro animales sólo acuáticos y esa idea nos gustaba. Son animales adorables y además nosotros mismos –el Grupo Krapp- somos hoy más grandes, más pesados.
-En muchas obras que han hecho juntos o por separado, trabajan con
-Siempre. Nos corrernos de las lógicas narrativas y vamos a zonas más incomprensibles, sin llegar a algo inaccesible para el espectador.
-En las obras de Krapp y quizás más particularmente en las de Luis Biassoto, la danza ocupa un lugar ínfimo o es tomada como un objeto para la ironía.
-En Krapp depende mucho de las obras. Mendiolaza y Olímpica eran muy físicas y en las dos últimas es cierto que la palabra ocupaba mucho espacio. Pero en El futuro de los hipopótamos hay una coreografía como no hemos hecho nunca, casi tradicional. No nos ponemos límites en el momento de la creación y no nos preocupa qué lenguaje predomina.
Las funciones son viernes, sábado y domingo a las 19. Teatro de la Ribera, P. de Mendoza 1821, La Boca.w