“La locura, amiga de la creación”
La banda hoy estrena su flamante “Alas Canciones”, en Museum. Elogio del error, el misterio y la ignorancia.
El silencio y el canto de los pájaros hacen más apacible esta tarde soleada. El refugio de Guillermo Bonetto, la voz de Los Cafres, está ubicado sobre una calle de tierra de Benavidez. Con el mate listo y una jauría de perros callejeros escoltándolo, el cantante invita a compartir una charla al borde la pileta. Vaya paradoja, el silencio es uno de los ejes de Alas Canciones, el último disco de Los Cafres que sonará esta noche en Museum. El silencio como aire para el pensamiento y combustible para el sentir en una sociedad arrasada por un tsunami de ruido y contaminación consumista.
“El silencio es importantísimo en la velocidad en la que caemos. Ni siquiera puedo decir ‘vivimos’, porque es difícil escaparle a esa caída constante. Esta vorágine de estar al día. Lo que llaman FOMO (Fear of Missing Out), el miedo a perderse algo, que te quedás afuera de algo que todos hablan por Facebook. Tener la última aplicación, el último teléfono, son cosas que pueden ser útiles para sobrevivir. Pero estamos cayendo. De repente estás rodeado de ‘elementos y necesidades’ que afectan tu equilibrio, tu paz y tu silencio. Y así no podés escucharte, y podés terminar haciendo cosas que no te gustan; no cortando círculos que te hacen mal. En esta hiperconectividad tenés que estar siempre disponible. De niños, nuestros padres nos enseñan a defendernos. Luego, uno tiene que desaprender muchas cosas. Por eso el reggae está tan fuerte: son necesarios esos mantras que ayuden a la meditación, al hipotálamo”, piensa Guille.
-¿Cuál es el territorio natural de la música?¿es la razón o la emoción?
-Pienso que es como una flecha que atraviesa varios mundos. Por eso es tan loco. Por eso la parte de la mezcla es tan traumática. Porque ahí está la frontera de todos esos mundos: el onírico donde nace la sensación que da vida a una melodía, una letra y todas sus proyecciones; y el mundo real, con el resultado final que ese tema genera o no. Se trabaja con energías, sensaciones, sentimientos, por más que uno proyecte letras que se interpretan con la razón. La música es el puente entre los sentimientos, la razón y otras cosas que no entendemos: espirituales, vibracionales, del universo, y todo lo que no sabemos explicar. Por eso tiene tanto poder: es matemática vibracional. Pero lo que genera es más cuántico. Es una matemática mística. Igual, ojalá las computadoras nunca logren descifrar la fórmula de la emoción, porque nos quedaríamos todos sin laburo (risas).
-Hablando de lo que no podemos entender, un tema del disco es el misterio, al que abrazan en una canción.
-La locura es amiga de la creación. La inconsciencia. Está bueno mantenerse un poco ignorante, lejos de la perfección. Es un compartir: soy el ciego y el que puede ver. El que no puede apreciar las cosas como son, y el que a veces puede maravillarse con una tontería. Un ser humano completamente mundano, con mis miserias y mis raptos de lucidez. Me siento perdido y me siento centrado. Pero cuando siento que alguna idea mía puede generar luz, la comparto. Aunque no sea algo que tenga totalmente masticado. Si no te planteás la vida como un misterio, estás en el horno.w